El cambio de opinión lo hemos visto a lo largo del tiempo", ha dicho el dirigente extremeño Vara al referirse a Pedro Sánchez, el candidato a secretario general. Pero no es eso tan cierto, sino que él mismo, Vara, es quien ha cambiado en muchas ocasiones sus apreciaciones políticas, a partir de que, haciéndose oír por el resto de Barones del PSOE, optó por Susana Díaz para la secretaría general del PSOE.

En este sentido, los cambios de opinión o de opción, como ustedes prefieran, entre los socialistas, ha sido mayúsculo desde que Pedro gana entre la militancia el favor de ser él el Secretario general, en las anteriores elecciones primarias del partido. Muy pronto inició el círculo de arrepentidos, Vara con el barón de Valencia, Aragón, Asturias, Valencia y los pesos pesados que han sido en el partido, tales como Felipe González, él siempre estuvo en contra de la opinión militante (recuerden lo que pasó con Borrell frente a Almunia, o con Carme Chacón frente a Rubalcaba, o el mismísimo Pedro frente a Madina).

Mucha tristeza me produjo, personalmente, la opinión sobre el apoyo a Díaz del presidente Zapatero, pero en fín ?recuerden aquello de "la libertad, Sancho, es el don más preciado? (que dixit El Quijote). Pero hace unos días me fui al mitin de Pedro en Murcia, y mejoré, me gustó su programa que lo explicaba detalladamente, entré después en su página web, y pensé que, de lo que he podido leer a los tres candidatos, Pedro es el mejor candidato a la secretaría del PSOE, el más firme en relación con la ideas de democracia y participación socialista, en el interior del partido, la idea de socialdemocracia y el componente de un PSOE de izquierdas, la ya repetida y certera idea de que Cataluña es una nación así como las mejoras programáticas que propone.

Mi perspectiva sobre cuál es mi candidato está clara: lo es Pedro por varias razones. La primera porque el golpe de estado (tal cual pasó) no se lo mereció en ningún momento, ya que él sólo hizo lo que le encomendaba el Comité Federal del partido, por cierto muy alejado de lo que pensaba la militancia. En segundo lugar porque al salir nuevamente de candidato lo haría con el apoyo de la militancia de base y frente a las opiniones de los llamados barones y pesos pesados del partido (aquí escríbanse o piénsense se aquellos que fueron el poder en su momento y no han cesado en intentar recomponerlo en su favor pero a través de propuestas desintegradoras, aunque afines a ellos, como es el caso ahora de Díaz.

En tercer lugar porque si gana esta candidata no será posible establecer en poco tiempo y con el sentimiento de haberse cumplido la recolocación en su cargo a quien lo sería hoy mismo (Sánchez) desde aquel golpe terrible que sufrió en lo que el alcalde de Calasparra llama "prácticas mafiosas" (¿de qué otra manera llamarle?) Y en cuarto lugar porque si ganara, otra vez, el candidato Pedro Sánchez se habrá conseguido cumplir con un mandato y voto militante, de base, y así, en democracia, restablecer su persona como secretario general, que es lo que sería hoy si no se hubiera conspirado tanto contra él y, sobre todo, haciéndolo desde el siguiente día de su elección.

Por cierto: hacía mucho tiempo que no cantaba "La Internacional" con tanta fe como el día del mitin en Murcia. Y había tanta gente que pensé que no sólo para Murcia, sino para este país, un joven así, con tanta energía, y las ideas tan claras, a pesar de recibir los golpes que le propinaron sus propios compañeros y compañeras, podría ser el próximo presidente de gobierno. Y se me llenaba mi viejo corazón de una pasión de simpatía que también hacía años que no lo había percibido.