El 17 de mayo se celebra el Día Internacional Contra la LGTBIfobia, día en el que se conmemora la eliminación de la homosexualidad de las listas de enfermedades mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud en 1990.

A pesar de los claros avances conseguidos, nos vemos en la obligación de seguir insistiendo en la necesidad de reivindicar la completa igualdad en materia de dignidad, seguridad, protección y defensa de gays, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales. Las leyes que hoy nos amparan no han erradicado la homofobia cultural heredada, y lamentablemente, las discriminaciones siguen existiendo, incluso los casos de agresiones han ido en aumento.

Estas discriminaciones se hacen especialmente patentes en entornos labores y en centros educativos, donde nuestros menores son cotidianamente agredidos verbal y físicamente por motivos de orientación sexual con total impunidad.

En la Región de Murcia se aprobó la Ley 8/2016, de 27 de mayo, de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales, y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Esta ley, que en su preámbulo afirma el deseo de amparar a todas las personas víctimas de agresiones por identidad u orientación sexual en cualquier ámbito, sigue siendo papel mojado, debido a que las instituciones encargadas de ponerla en práctica no han dado un solo paso por aplicarla.

Exigimos al Gobierno regional actual que ponga en marcha la mencionada ley, dado el aumento de los delitos de odio por orientación sexual que siguen siendo, a fecha de hoy, los que mayor incidencia presentan. Así mismo, los alumnos y alumnas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, siguen siendo blanco fácil de la homofobia que campa a sus anchas sin freno, ante la indiferencia y pasividad de las autoridades competentes, siendo esta población la más vulnerable en nuestras sociedades.

La falta de voluntad política para «poner trabas a la hidra del desprecio» tal como se afirma en esta ley tan esperanzadora como olvidada, es digna de una más de las lamentables mentiras políticas. Nuestros gobernantes deben tomar nota de las consecuencias de la homofobia que miles de ciudadanos y ciudadanas aún padecen por la falta de intención real en la aplicación de la mencionada Ley, consecuencias que pueden aliviarse con relativa sencillez. Pero no hay absolutamente nada en ella de lo que se haya ocupado nuestro gobierno actual un año después de su aprobación.

No es necesario recordar en este manifiesto cada una de las acciones, educativas, sanitarias, de seguridad, etc., que se deben tomar. Pedimos, exigimos y reivindicamos de manera contundente que se aplique la Ley aprobada en nuestro Parlamento sin más dilación, excusas e indiferencia institucional.

No más casos de acoso homofóbico, no más casos de discriminación laboral, no más discursos de odio, no más discriminación sanitaria, no más agresiones homofóbicas, no más insensibilidad ni pasividad política. ¡Basta ya!

Sin sensibilización ni acciones concretas para erradicar la LGTBIfobia no hay avance posible.