Hay pocas cosas más masocas y voyeurs que tragarse, sin comer, concursos televisivos de cocina. Como ir de espectador a una orgía, sin tocar. Por culpa de ellos ahora todos creemos entender de alta gastronomía, sin tener ni idea. Pero hubo una vez un tipo en Murcia que deslumbró a España entera con su mano en los fogones, uno de esos pocos que convierten una necesidad vital en un arte efímero. Ayer la UMU lo doctoró 'honoris causa', al tiempo que la Comunidad Autónoma anunciaba que será una de las Medallas de Oro de la Región en este año. En el mundo de los Arzak, Adriá, Subijana, o Arguiñano, lo difícil no es triunfar siendo de Murcia, que también, sino apellidándote González, y habiendo encumbrado un nombre tan poco glamuroso como 'Rincón de Pepe'. Olé sus huevos.