Algo hay en el espíritu de la Filmoteca Regional Francisco Rabal, de Murcia, que recuerda la deliciosa película de Tornatore Cinema Paradiso, o quizá sea a la inversa y sus imágenes nos ayuden a comprender la pasión por el cine que se vive en nuestra institución cinematográfica que acaba de cumplirtrece años y que a diario aumenta en número de espectadores y en participación a todos los niveles profesionales y populares de esta industria.

Es verdad que la Filmoteca Regional, tal y como la conocemos hoy (entonces con solo una sala de proyección con anfiteatro) comenzó su andadura en el antiguo cine Salzillo en abril de 2004, pero hasta llegar a esa fecha fueron varios los intentos de crearla y conviene hacer memoria. En 1988 el entonces consejero de Cultura, José Manuel Garrido, me autorizaba a copiar 27 películas amateurs en 16 mm. de realizadores murcianos que sería el inicio del archivo actual que contiene cerca de 3000 documentos. Aquella consejería, sin local propio siquiera, compró un proyector Bauer, también de 16 mm., y realizábamos proyecciones itinerantes; cine histórico: Renoir o Abel Gance entre otros maestros, con Maribel Escolar dirigiendo el proyecto de difusión alentada, también, por el profesor Cánovas Belchí, de la Universidad de Murcia. No podía llamarse Filmoteca más que en el intento y la pasión. A partir de ahí cada vez que el profesor Cánovas organizaba una Semana de Cine Español en Murcia, resurgía la idea de la Filmoteca que terminaba por desvanecerse; así ocurrió en diferentes ocasiones.

También es cierto que enterados de la posibilidad de adquisición por parte de la Comunidad Autónoma del cine Salzillo, Cánovas y el catedrático Pedro Guerrero (amigo de Paco Rabal y exconsejero), se entrevistaron con el presidente Valcárcel y fue el consejero de Cultura de entonces, Juan Antonio Megías, quien tomó la decisión de la compra del cine y la creación de forma estable de la Filmoteca Regional que llevaría el nombre del actor murciano por excelencia, Francisco Rabal. Se echó a andar definitivamente en 2004 con un pequeño equipo apasionado. En estos trece años solo Ángel Cruz, actual coordinador y alma efectiva de la institución, que empezó su trabajo con Cánovas y conmigo, ha permanecido todo el tiempo en la Filmoteca haciendo un trabajo profesional impecable hasta la fecha. Los números son conocidos: cada trimestre se duplican los espectadores sobre el mismo tramo del año anterior; 50.000 espectadores por temporada; 120 películas proyectadas al trimestre; ciclos dedicados a realizadores e historia del cine. Unas instalaciones envidiables con dos salas de proyección y un equipo, corto, pero magnífico de profesionales. Se han editado libros y DVDs. Aunque deban perdonarme la inmodestia, el archivo y recuperación de la Filmoteca también funciona, y queda muy poco en la historia regional del cine sin que figure en sus depósitos, aprovechando la inmensa generosidad de los realizadores murcianos y sus familias. Es un tiempo cinematográficamente feliz para la cultura regional, participativo y comprometido, sin pereza y con la misma ilusión de aquellos primeros tiempos del siglo pasado, cuando íbamos de pueblo en pueblo proyectando películas prohibidas hasta entonces. Y que sea por muchos años.