Finalmente, ha sido PAS quien ha saltado primero del coche. Se veía venir y así lo expuse en mi artículo del 8 de febrero en LA OPINIÓN que titulé Crónica de una dimisión anunciada. Pero no estaba cantado. Yo mismo tuve mis dudas en algún momento ante la nada improbable intervención de un Deus ex maquina con toga y birrete en esta función, solicitada una y mil veces por el PP. La rápida y sorprendente presentación de una moción de censura por parte del PSOE, apoyada por Podemos, que puso a Ciudadanos ante la espada y la pared, así como la solicitud de una nueva imputación del ya exjefe del Ejecutivo, esta vez por parte del juez Velasco, en el caso Púnica, han terminado por despejar el camino.

No se podrá decir que los últimos días y semanas no han sido convulsos en la región. Tras faltar a su palabra de dimitir si era imputado, PAS ha seguido, con el apoyo de Génova, una política de resistencia numantina. ¿Por qué ceder hoy si puedo hacerlo mañana? Es lo que se conoce como el 'juego de la gallina'. Los que tenemos a Rebelde sin causa como película mítica de nuestra juventud recordamos aquella carrera de coches hacia el acantilado en la que participaba un asustado James Dean. Los contrincantes conducían sus automóviles hacia un precipicio, y el primero en saltar sería el perdedor. Es un juego cruel, aunque no más de lo que suele ser la política, porque consiste en crear presión psicológica hasta que uno de los participantes se echa atrás. Y esto es lo que ha ocurrido desde que PAS fuera imputado en el 'Auditoriogate', Ciudadanos amagara con dar pero no diera, y el PSOE terminara por presentar la moción de censura. Una presión psicológica que ha alcanzando su clímax al acercarnos al acantilado que era el día de hoy.

Curiosamente, en la película de Nicholas Ray, el protagonista vence a base de perder, porque es el primero en saltar del vehículo, gracias a lo cual sobrevive. Y claro, termina quedándose con la chica. El PP ha saltado del coche el primero, cuando de verdad ha empezado a ver que se abrían las fauces del infierno, que para él no es otra cosa que perder el Gobierno de la Comunidad, porque a fin de cuentas, lo que de verdad importa es quedarse con la chica.

Después de casi dos meses interpretando las partes una tragicomedia, a veces disparatada, otras, grotesca, hasta aquí hemos llegado. Incluso, el magistrado del caso ha puesto su grano de arena en esta función dejándose 'voluntariamente' retratar en una céntrica terraza de un céntrico bulevar de la capital tomando cañas con un conocido miembro de la junta directiva del PP, amigo de 'toda la vida', el día siguiente a la declaración de PAS. Lo que así, de pronto, llevó a pensar en si no estaría pidiendo a gritos una recusación para quitarse el 'muerto' de encima.

A decir verdad, todo este vodevil de la corrupción, por el que la región ha abierto portadas de telediarios, día sí y otro también, sólo podía tener este fin. El PP, máquina electoral dopada nacida para gobernar, no se iba a precipitar al vacío cuando ya no quedara tierra firme bajo sus ruedas. Antes de eso, ha abierto la portezuela y eyectado a su líder 'indiscutible'.

La sustitución de PAS ha sido para Ciudadanos la mejor de las noticias y un mal menor para el PP. Sale este último debilitado, es verdad, pendiente de solventar sus luchas intestinas, pero se queda con el poder. Por su parte, el PSOE y Podemos han hecho lo que debían. El primero, presentar la moción de censura; y el segundo, apoyarla. Quizá hubiera sido un buen momento para ir un poco más lejos y abogar por un Gobierno de Progreso. Legitimidad democrática y parlamentaria sobran para ello. Un Gobierno que acabe con la corrupción y el clientelismo, y tenga como objetivo prioritario la regeneración democrática. Pero para eso tienen que querer tres. Y por lo que se ve, hasta el momento, Ciudadanos no parece estar por la labor. Nada le vendría mejor a la región que un Gobierno progresista que abriera puertas, ventanas y cajones en San Esteban. Que levantara alfombras y emprendiera una auditoría de las cuentas de la Comunidad Autónoma. Que destapara y barriera toda la corrupción que, como suponemos y sabemos, se ha ido acumulando en los casos Púnica, Auditorio, aeropuerto, desaladora de Escombreras, Ave, zona norte de Murcia?

Visto lo visto, nos vamos a quedar con las ganas. El guion de este 'juego de la gallina' estaba escrito. Estábamos ante la crónica de una dimisión anunciada. Sea como sea, no se podrá decir que PAS haya salido del Gobierno como salió el sábado del pregón en Lorca, 'escopetao'.