Dejó dicho el padre del liberalismo-conservadurismo inglés Edmund Burke que «toda clase de Gobierno está basado sobre compromisos y pactos». Aquí, en la Región de Murcia, ha sido el acuerdo unánime de los cuatros grupos políticos con representación en la Asamblea Regional la palanca que ha impulsado al Gobierno regional a ponerse a trabajar para alcanzar posiciones comunes en temas vitales para nuestro futuro como el agua, la sanidad o la educación. Fue un encargo claro y diáfano en el que no caben matices sobre le escenario en el que debe fraguarse.

Con esos deberes encima de la mesa, el presidente Pedro Antonio Sánchez se reunió con los cuatro portavoces parlamentarios, y siguiendo esa encomienda, el Gobierno se ha puesto a trabajar. Y es ahora, en el momento de ´mojarse´ y de sentarse en una mesa para exponer ideas y hacer propuestas cuando el líder de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, decide descolgarse, no quiere pactar o bien no le gusta dialogar con quienes piensan distinto a él o se trata de una tarea que choca de frente con su estrategia política personal. Pero la realidad es tozuda, el acuerdo y el voto de su partido comprometiéndose a trabajar en esos acuerdos está claramente reflejado en el Diario de Sesiones del Parlamento autonómico, una posición clara y meridiana frente a la que no caben excusas para justificar ese viraje de última hora. Todos los partidos somos conscientes de que no va a ser fácil llegar a esos lugares comunes, pero la sociedad murciana nos exige responsabilidad en unos momentos en los que nos estamos jugando el futuro en asuntos tan vitales como el agua.

No se puede defender y votar una cosa en la Asamblea Regional, en la cámara parlamentaria que legitima la representación de la ciudadanía, y a las pocas semanas decir que «los pactos sólo sirven para marear la perdiz». Siento decir que el señor Tovar acentúa con su actitud ese halo de viejo político que desde hace tiempo derrama en sus intervenciones públicas. En el Congreso de los Diputados, los socialistas ya han quedado retratados al no apoyar la iniciativa defendida por nuestro diputado Teodoro García, para empezar a trabajar en un Pacto Nacional del Agua. Con su negativa a apoyarla, el PSOE y Podemos han consumado su traición a los intereses de la Región de Murcia y especialmente a los regantes y agricultores murcianos. Ha sido lamentable que no hayan sabido estar a la altura de las circunstancias y como muestra de su desprecio, los diputados murcianos de ambas formaciones no asistieron ni tan siquiera al debate. Una muestra más de su nivel de deslealtad.

La nueva política exige diálogo, entendimiento, consenso, acuerdo y quienes no estén en condiciones de adaptarse al medio deben dejar de bloquear, ladearse y dar paso a quienes entienden que no se puede defender los intereses de los ciudadanos agarrados permanentemente al NO. Sabemos que el secretario general de los socialistas murcianos ha bebido en los últimos tiempos del agua emanada del manantial de Ferraz, donde Pedro Sánchez ha conducido a España, de forma temeraria, a una situación de bloqueo institucional al no asumir el lugar en el que los españoles con su voto decidieron ponerle a él y a su partido. Sin embargo, Tovar lejos de ver que el obstruccionismo ni es bueno para su partido ni para la Región persiste en un error que acabará pasándole factura.