En nuestra sociedad se nos ha enseñado a mentir para quedar bien, por lo menos para intentarlo, por eso siempre decimos que sí para a continuación decir «pero, es que resulta que€». Frases como «cuenta conmigo, por supuesto, pero es que no voy a poder, de momento» (ese ´momento´ no llega nunca); «claro que puedes contar con mi aportación, pero cuando pueda, que será en poco tiempo» (ese ´tiempo´ se eterniza), o «¡Claro que iré a la manifestación! No faltaré, allí estaré, hay que presionar y movilizarse porque de lo contrario no conseguimos nada, pero€ no creo que me salga nada» (siempre ´sale´ algo). El famoso «sí, pero no» y así nos va.