Tampoco hemos cambiado tanto desde la Edad Media. Es sabido que, en aquel tiempo, si un malhechor tras cometer un delito lograba cobijarse en el interior de una iglesia estaba a salvo de la acción de la Justicia. Se sabe de delincuentes que vivieron hasta cincuenta años en la torre o en el pórtico de un templo sin poder ser detenidos ni juzgados por sus delitos. Aquella acción se llamaba ´acogerse a sagrado´. Ahora, en el siglo XXI, vemos como algunos malhechores se refugian en su escaño para seguir viviendo tan campantes burlando a la Justicia y sin pagar por sus fechorías. Esta acción debe llamarse ´acogerse a Senado´. Pues eso, que tampoco hemos cambiado tanto desde la Edad Media.