Dentro de un mes Netflix cumplirá su primer añito en España y no son pocos los amigos y conocidos que, como Jax Teller en Sons of Anarchy, han mostrado su firme voluntad de hacerse ´legales´ y pasar de Series.ly -que en paz descanse- y Pordede para adentrarse en el mundo del Video on Demand. Pero el éxito de la plataforma norteamericana no reside en su catálogo -recordemos que la HBO mantiene sus derechos; y, por tanto, Juego de Tronos- ni en el famoso 4k -lo siento, estoy casi seguro de que la pantalla de tu portátil no alcanza esos niveles de calidad aunque Netflix te los ofrezca-, sino en unos precios bastante asequibles para el común de los mortales. Lo digo por aquellos que para acabar con la piratería tiran de cánones, despropósitos comerciales y demás medios de recaudación y lapidación del espectador. Pasa un poco como con el cine: «Si ya nadie va a las salas», dice tu cuñado; pero cuando llega la ´Fiesta del Cine´ -2,90 euros en lugar de los seis y pico habituales de media- hay que hacer colas de tres cuartos de hora para ver la última de Nicolas Cage. Y, eh, igual si no estás listo hasta te quedas sin entrada o te pasa como a mí, que vi Gravity en primera fila y aún estoy mareado. Pues eso, que igual los de los parches y la Jolly Roger son otros.