Siempre habíamos pensado que los Estados estaban al servicio de su ciudadanía para su promoción y protegerla de los abusos de los poderosos, teniendo como referencia la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero vemos en la actualidad que los Estados están al servicio de dichos poderosos y prueba de ello es que tenemos noticias de que quieren tumbar la Ley de Vivienda aprobada hace unos meses en la Asamblea Regional, una ley hecha para intentar evitar los desahucios y buscar alternativas habitacionales. De nuevo, el Estado al servicio de las élites financieras y económicas y en contra de los ciudadanos, en contra de la gente pisoteando sus derechos y su dignidad.