Hace unos días, en los apuntes de los domingos que se publican en estas páginas, transcribía una frase que escuché en una conversación sobre la situación política actual. Una mujer, que escuchaba a su pequeño grupo de comensales que analizaban las actitudes del PSOE, Podemos, etc..., decía: «Todo eso está muy bien, pero ´el uno por el otro la casa sin barrer´». El miércoles, después de seguir con una cierta atención el debate de investidura, recordé esa frase. Vale que el discurso del primer día de Rajoy fue una cosa infumable de aburrida; vale que el de Pedro Sánchez pareciera estar preparado para unas siguientes elecciones; vale que Albert Rivera tratara, de un modo excesivamente blandito, actuar de árbitro entre tanta rivalidad; vale que Pablo Iglesias saliera en plan ´aquí el que más se opone soy yo´, pero el caso es que, cuando se produjo la votación, 170-180, la frase ´el uno por el otro la casa sin barrer´ pareció aparecer en mi tele en una pancarta de brillantes colores, con un fondo de fuegos artificiales formando palmeras y explotando en el aire, mientras sonaban trompetas y timbales.

¿Será posible que vayamos a unas nuevas elecciones? Vistos los resultados de las gestiones de Rajoy, que ha conseguido reunir 170 votos a favor de un gobierno, ¿es que esos 6 votos que le faltan, que no tienen por qué ser de apoyo, que con seis abstenciones basta, van a provocar todo el tinglado de gasto, mala imagen del país, paralización de miles de actuaciones urgentes, la inquietud en la gente que unas nuevas elecciones traerían consigo?

Entiendo que a usted que está leyendo estas líneas pueda no gustarle Rajoy, incluso sé que a algunos militantes del Partido Popular tampoco les gusta mucho su líder, y estoy seguro de que si a estas elecciones se hubiera presentado encabezando las listas otro miembro de ese partido, habría conseguido un número más alto de diputados, pero el caso es que las cosas son como son, que hemos ido a dos elecciones y hemos votado, y la lista que ha obtenido más escaños con amplia diferencia es la del PP. Si, además, ha hecho un pacto con Ciudadanos mientras que los demás se los estaban tocando en las playas, creo que habría que permitirles gobernar.

Por otro lado, cada vez que sale alguien de Podemos diciendo que el PSOE debería estar buscando posibilidades de formar un gobierno con ellos, se me abren las carnes. ¿Cómo es posible que los que hicieron una oposición férrea al pacto PSOE- Ciudadanos, tomando aquellas actitudes de repartirse los puestos del Gobierno, hablando de gente quemada en cal viva ahora, pidan que el PSOE se acerque a ellos?

Y para terminar, me gustaría decirles algo a aquellos que empiezan a a atacar a la clase política completa, a los unos y a los otros, por no ser capaces de llegar a un acuerdo, a los de más allá porque no entienden sus actitudes ni piensan como ellos. Señoras y señores, esto es lo que da la mata, esto es lo que tenemos, ellos son nosotros, la sociedad española en su parte política. Ellos son los que han dado un paso al frente, se han apuntado a un partido político y militan en él. Al que no le guste, ya sabe que puede hacer lo mismo: afiliarse al que prefiera y comenzar su propio intento de que las cosas sean diferentes. De lo que yo conozco: la dictadura de Franco y la democracia, no me cabe la menor duda de que esto es lo que vale, lo que nos sirve para convivir sin tener la suela de una bota en el cuello. Así que tengamos paciencia. Es cierto que la casa está sin barrer, pero las escobas las tienen ellos y se las hemos dado nosotros, no se las ha dado un general, que, en cualquier caso, en vez de una escoba les hubiera dado un fusil. A ver si consiguen formar un gobierno, a ver.