Veo en teuveé una promo para ir a votar. Me quedo a cuadros. ¿Han saltado los plazos por los aires? ¿Forma parte de la maquinaria de presión orientada a Sánchez? Compruebo que no, que se trata de las vascas previstas para el 25-S. Tomo aire. Pasadas unas horas acudo a yutube para repasar el espot y no lo encuentro. ¿Lo habré soñado? ¿Tengo visiones? ¿Padezco eleccionitis? ¿Y usted? Pues bien, de esta guisa, sin saber si el día de Navidad habrá que elegir entre tomarnos el besugo en familia, a cientos de kilómetros de distancia de la residencia en muchos casos, o acudir a las urnas en vivo y en directo para en el recuento quedarnos seguramente con el besugo congelado, millones de españoles tendrán que afrontar en breve la «operación retorno» con la votación de la sesión de investidura dando vueltas sobre sus cabezas. Esto es ya demasiado. Como quien cuenta con la potestad de arbitrar un calendario mortal de necesidad ha tenido que quedarse sin sus semanas sagradas de vacaciones en la Galicia profunda, se ve que ha dicho: «Ahora os váis a acordar, guapitos de cara». Quiero suponer que la Casa Real fijará una visita urgente a la degeté, sabedor del gachó al que el monarca ha encomendado que nos conduzca. Cuando a final de mes la gente vaya encajonada en su auto y no solo deba aguantar al de atrás, que no respeta la distancia ni a tiros, sino que se le suba Mariano a la chepa diciéndole desde el hemicilo por enésima vez que el volante es suyo, pero que el que tiene que meter las marchas es Pedro, el personal se percatará de que no es necesario que ningún otro automovilista se le eche encima porque tiene a los pilotos de las escuderías representativas de todos los paganos dándole por detrás tanto tiempo que hasta el retrovisor se muestra incapaz de registrar lo que se acerca. Resulta inverosímil que nadie sepa a ciencia cierta si el que se presenta desea que lo elijan o que no. Es de su embrujada tierra hasta la extenuación. Y si hay que esperar al 25 de diciembre, él tranquilo. Dada la tradición, vislumbra que habrá más pavos.