El verano es propicio para invertir tiempo en lecturas quizá más densas que durante el curso, lleno de ocupaciones, obligaciones y horarios, se antojan más complejas. Guardaba en la mesita de noche, bajo un montón desordenado de revistas y una decena de novelas, un ensayo de medio grosor sobre Kafka. Kafka, de Pietro Citati, es una extraña biografía que nos regala Acantilado; en ella, el autor no solo no se esfuerza en detallar la vida del escritor, sino que rompe con la concepción que tenemos de biografía para ofrecernos una ´vida a retazos´ que, aunque pueda perder en rigor, gana en reflexión, en originalidad y en riqueza narrativa. Tomo, a menudo, apuntes de mis lecturas, y en esta ocasión casi tengo que comprar una libreta y atarla al libro: desde la necesidad de la soledad como herramienta para autoafirmarse como ser único y diferenciado hasta la incapacidad de Kafka para convertir el amor en un acto carnal, pasando, cómo no, por sus procesos creativos y el desarrollo de la creación de obras que ya son parte indispensable de la Literatura Universal. Es, esta biografía, una excelente puerta de entrada para enfrentarse a Kafka.