Coincidirán conmigo en que este verano está siendo algo más llevadero en la ciudad de Murcia. Aun así, el intenso sol da la tregua justa y convierte la rutina de muchos vecinos en un suplicio. Hace un mes, los murcianos encontramos unos toldos sobre la calle Trapería que, todo hay que decirlo, facilitan el paso por la céntrica vía. Pero, ¿por qué parar ahí? Se me ocurren otros sitios donde seguir colocando toldos, por ejemplo, en los parques infantiles. Y es que, no es la primera vez que veo a un chiquillo a punto de carbonizarse agarrado a uno de esos caballitos de muelle. Tampoco estaría mal techar alguna de las pistas deportivas públicas para poder aprovecharlas durante más horas. Puestos a proponer, estaría bien colocar toldos en los mercadillos que se instalan en las calles, que en algunas pedanías ya van las señoras arrastrando el carrito con el guante del horno. Por último, se me ocurre dar sombra a parques o plazas que sirven de punto de reunión y donde el arbolado no es suficiente. Soy consciente de que es muy difícil llenar todo el municipio de sombra, pero ya que hemos roto el hielo, que no pare la cosa.