El Ministerio de Hacienda acaba de publicar los datos del Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas. El primer dato que se destaca de nuestra Región es que tiene un saldo positivo; es decir, dicho de forma sencilla, lo que el Estado recauda por impuestos en nuestra región es inferior a lo que luego gasta en ella. En concreto, según el Ministerio, tenemos un saldo positivo de 175 millones de euros, el 0,65% de nuestro PIB.

En principio, alguien podría pensar que salimos bien parados en este caso, pues obtenemos fondos del resto del Estado para financiar nuestro gasto público. Sin embargo, un análisis más detallado de las cifras nos muestra que nuestra posición, dadas las reglas de juego imperantes, dista mucho de ser positiva. Veamos.

En primer lugar, hay que decir que los datos muestran que existe una relación negativa entre el PIB per cápita de las distintas comunidades autónomas y los saldos fiscales, de tal forma que a menor renta per cápita, mayor saldo fiscal. Es decir, el gasto del Estado tiene cierto efecto redistribuidor de la renta a nivel de comunidades autónomas, tal y como desde la izquierda hemos defendido siempre. De hecho, una de las incongruencias más grandes mostradas por un partido político es la de Esquerra Republicana, que se llama de izquierdas y, a la vez, critica que Cataluña tenga un saldo negativo con el Estado, tal y como le corresponde al ser de las comunidades con mayor renta per cápita. En definitiva, el sistema fiscal español genera un cierto grado de redistribución de la renta, lo cual en el PSOE compartimos totalmente. No obstante, dicho sistema no se distribuye de forma homogénea entre las distintas comunidades, habiendo diferencias importantes entre unas y otras, lo cual supone que algunas se benefician más del sistema y otras salen perjudicadas.

Pues bien, si Murcia disfrutara de un saldo fiscal que correspondiese a su renta per cápita, en lugar de suponer un 0,65% de nuestro PIB, debería ser de entre el 6 y el 7% de nuestro PIB, es decir, en torno a 1.750 millones de euros, diez veces más de lo obtenido. Por tanto, nuestra Región es de las que sale perjudicada del funcionamiento global del sistema. Y esto, ¿por qué es así?

Esto es consecuencia de dos factores. Uno, y el principal, el hecho, reconocido por todos los expertos, de que se negociaron mal las transferencias de Educación y Sanidad por parte del expresidente Valcárcel y nuestra Región es una de las peor tratadas por el sistema de financiación autonómico. Es urgente que el nuevo gobierno, sea del color que sea, aborde la reforma de este sistema de financiación. El problema es que si ese gobierno lo preside Rajoy, y hace lo que ha hecho los últimos cuatro años, poco podemos esperar.

El otro factor es el gasto que el gobierno central decide gastar discrecionalmente en nuestra Región. En 2013, el gasto público estatal, ya recortado por el gobierno de Rajoy, se recortó aún más en nuestra región.

Estos dos factores unidos nos llevan a ese saldo inferior en más de 1.500 millones a lo que sería justo desde el punto de vista redistributivo. Los gobiernos del PP, tanto central como autonómico, han hecho que el tratamiento fiscal de nuestra Región no sea el que le debería de corresponder.