El resultado que pueda arrojar el referéndum de los británicos mantiene en vilo a las economías occidentales y, seguramente, a la mayor parte de los países de todo el mundo, que por el hecho de haber sido colonias de Reino Unido, competidores del imperio o proveedores y clientes de Londres se ven amenazados ante una posible desconexión de la City. Más allá de las consecuencias que pueda tener la votación, sorprende que en un país tan avanzado, aparentemente, subsista un pensamiento colectivo con un ´síndrome de Escarlata´ tan arraigado, que es capaz de anteponer el sentimiento que experimenta la protagonista de ´Lo que el viento se llevó´ ante un puñado de tierra a cualquier otra visión del mundo y de las relaciones políticas. También llama la atención que una corriente contraria a los intereses de la industria financiera londinense, al tratamiento que pueda recibir Gibraltar si deja de ser territorio de la Unión Europea y a los beneficios que obtienen sus compatriotas en los demás Estados miembros llegue a ser tan poderosa como para forzar un referéndum.