Mañana sábado se inicia una nueva y esperanzadora etapa para la gestión del que probablemente sea uno de los espacios naturales protegidos más interesantes de todo el litoral europeo: el Parque Regional de Calblanque.

Este año la consejería de Medio Ambiente de Adela Martínez Cachá ha introducido una importante novedad para afrontar el principal problema con el que cada año se enfrenta el espacio, que no es otro que el de la sobresaturación de vehículos que acceden en verano al área protegida para trasportar a la gran cantidad de personas que desean disfrutar de sus excelentes playas. La novedad consiste en el que en el periodo veraniego el acceso a las playas de Calblanque se realizará en autobús durante la mayor parte del día.

Con este sistema de acceso, que han llamado 'Calblanque 4:40' en referencia a que las cuatro ruedas del autobús trasportan a los mismos pasajeros que cuarenta ruedas de diez vehículos particulares, se pretende reducir la emisión de polvo que asfixia a las vegetación, mejorar la calidad del aire, disminuir los niveles de ruido y los riesgos de incendio, reducir los atropellos de fauna, mejorar el acceso para los servicios de emergencia y, sobre todo, disminuir el estrés para los visitantes.

Aunque esta propuesta sea una novedad para nuestra región, no lo es en el ámbito europeo o español. Numerosas áreas protegidas, litorales o interiores, que por sus características y su atractivo tienen gran frecuentación de visitantes han adoptado formas iguales o parecidas de regulación de acceso. Es una medida obvia, lógica y muy positiva. La conservación de Calblanque se beneficiará de la reducción del impacto ambiental que suponen los vehículos en grandes cantidades, y sin duda en un parque regional sin coches los usuarios de las playas encontrarán de forma más evidente el ambiente que precisamente buscan al ir a esta zona, un paisaje más natural, una visita más tranquila y un baño más agradable. La propia imagen turística de las playas de Calblanque, y con ella de la Costa Cálida, se verá reforzada, ya que la cercanía del espacio con el área turística saturada de La Manga y el Mar Menor refuerza su interés como contrapunto de playa virgen a las playas urbanas de su entorno.

Toda medida que, como ésta, contribuya a conservar Calblanque no sólo es positiva sino que ya tardaba en verse aplicada. Debemos de ser conscientes de lo que tenemos, porque no es exagerado decir que Calblanque es una verdadera joya de la ecología litoral de la Región de Murcia, constituyendo junto a Peña del Águila y Monte de las Cenizas uno de los espacios más emblemáticos del conjunto de áreas protegidas del mediterráneo español.

Quisiera pensar que esta iniciativa tendrá continuidad para más adelante y que, junto con otros proyectos y necesidades que tiene el Parque Regional, Calblanque terminará de consolidarse como un espacio natural óptimamente gestionado para bien de todos.

De modo que en este verano, yo a Calblanque en bus.