«El AVE a Murcia está a punto de terminarse, lo que pasa es que hemos tenido unos problemas con el medio ambiente». Esta era la respuesta que Mariano Rajoy daba hace unos pocos días en un programa de televisión.

Un discurso simple, pero a la vez revelador de lo que han supuesto las políticas del Partido Popular en materia de infraestructuras y de modelo económico y de territorio siempre que ha gobernado.

Esa simpleza de la argumentación televisiva quizás se podría disculpar por el formato de la entrevista a la que acudió. Una reunión con niños y niñas, en la que uno de ellos, caracterizado como su ´miniyo´ le preguntaba al líder popular sobre la llegada del AVE a Murcia. Claro que Mariano es también aquel de «un vaso es un vaso y un plato es un plato», «España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles» o «somos sentimientos y tenemos seres humanos». Así que vaya usted a saber.

En cualquier caso, como decíamos, las declaraciones son altamente reveladoras del pensamiento del PP. En primer lugar, entender el medio ambiente como un problema. Lo que debería ser una concepción de nuestro entorno como fuente de vida, riqueza y bienestar, para los populares es solo un obstáculo para sus planes.

Y ya sabemos las gravísimas consecuencias que conlleva. Desde la catástrofe del Prestige (con Rajoy también de nefasto protagonista), las prácticas contaminantes de Acuamed en el Ebro (como estamos conociendo en los últimos días) o, en nuestra Región y por nombrar sólo algún ejemplo, la desolación de la bahía de Portman y la progresiva destrucción del Mar Menor.

Además, el caso del AVE es también paradigmático de las políticas neoliberales y de capitalismo de amiguetes del PP, ineludiblemente asociables a la corrupción. Infraestructuras de altísimo coste (cada kilómetro de AVE cuesta doce millones de euros, siempre que no haya sobrecostes) y proyectos megalómanos a beneficio e intereses de unos pocos, con toda la fauna de conseguidores, intermediarios y concejales de urbanismo corruptos reclamando su parte. Diga AVE, diga desaladora de Escombreras, diga aeropuerto de Corvera o diga burbuja inmobiliaria. Al final es lo mismo: los de siempre privilegiando los intereses privados de los de siempre y que la cuenta de la fiesta la paguemos la ciudadanía.

Resulta inaudito que Rajoy hable del AVE a Murcia y obvie las reivindicaciones por el soterramiento de las vías. Resulta inaudito salvo que lo que trata el PP es de seguir invisibilizando las reivindicaciones de los vecinos y vecinas del sur del municipio murciano.

Y para ello, además de hacer como que no existen, ponen en marcha su grosera maquinaria de propaganda, creando toda una cadena de rumores, y falsedades: la culpa es del medio ambiente; la culpa es de un colector que ha salido de la nada; la culpa es de la interinidad del Gobierno central; la culpa es de la Plataforma pro Soterramiento€ Bla, bla, bla. Parole, parole. Pensamiento PP: simpleza y mentiras. Y a repartirnos los dividendos.

Desde Equo tenemos claro que mal desarrollo es el que esquilma los recursos y pone en riesgo a las personas, afectando gravemente al presente y comprometiendo el futuro de las nuevas generaciones. Defendemos una movilidad sostenible que propicie un nuevo cambio de modelo de transporte de media y larga distancia, con un menor impacto ambiental y territorial y lejos de costes económicos astronómicos, que contribuya a unas ciudades y pueblos menos contaminados y congestionados y que nos permita superar la dependencia energética exterior y el déficit que ésta supone en nuestra balanza de pagos.

Este próximo 26 de junio votaremos con ilusión y con una gran sonrisa para tener diputados y diputadas que de verdad nos representen; con honestidad, sin más engaños ni palabras vacías. Y para que, esta vez sí, los de siempre no vuelvan a ganar ¡Unidos podemos!