De rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta lucirán los pasos de cebra las localidades asturianas de Los Álamos y el Campoamor, para que cambie de acera todo bicho viviente: cebras, jabalíes, pavos, heteros, lesbianas, gais, polisex, transex, intersex, asex, emigrex, indecisex... Rojo, que significa la vida; anaranjado, atributo de la sanación; amarillo, que simboliza la luz del sol; verde, divisa de la naturaleza; azul, en referencia a la serenidad y la armonía, y violeta, alegoría del espíritu; y se añadirá el rosado, que encarna lo sexual, el añil que da un toque de magia y el turquesa por el arte. ¿Un paso de cebra con colores y matices bastantes por el respeto a la diversidad? El tradicional, el de franjas blancas, el de la paz; Newton demostró que el disco blanco resulta de la unión de los colores del arcoíris; tendamos banderas blancas, rindámonos a la vida.