Dl informe FOESSA, de Cáritas (2016), desarrolla medidas para solucionar las manifestaciones más preocupantes de la exclusión y tienen que ver con bienes básicos y el ejercicio de derechos sociales como vivienda, educación o salud. Sobre Salud urge a derogar el Reral Decreto 16/2012, que restringe el derecho a asistencia sanitaria a las personas extranjeras sin papeles, desbloquear el desarrollo de la Ley de Dependencia y eliminar los copagos farmacéuticos en las rentas por debajo del umbral de la pobreza. En vivienda, se indica que perder la casa es una de las situaciones más extremas en la vida de un hogar y puede ser el camino de descenso a situaciones de profunda exclusión de las que luego sea muy difícil escapar. Por esa razón, FOESSA cree que es absolutamente imprescindible introducir cambios en la ley hipotecaria para afrontar el drama de los desahucios provocados por el impago de un contrato de hipoteca. De manera concreta, es necesario mejorar las situaciones creadas en los desahucios por impagos debidos al desempleo sobrevenido, así como seguir creando medidas que eviten la obligación de cubrir el total de la hipoteca si el bien hipotecado no tiene suficiente valor de mercado y limitar la posibilidad de que el sistema bancario traspasase los contratos de hipotecas de familias hacia los llamados 'fondos buitre'.

Sobre inmigración se señalan cuatro medidas: facilitar un reconocimiento automático del permiso de residencia por trabajo efectivo, proporcionar el reconocimiento efectivo y no condicionado a la reagrupación familiar, cerrar los centros de internamiento de extranjeros y prohibir de manera expresa las deportaciones por irregularidad administrativa, tanto 'en caliente' como las sobrevenidas ya en territorio nacional, y respetar el reconocimiento efectivo del derecho a la protección internacional (asilo y refugio) para todas aquellas personas y sus familias cuya vida corra peligro en los países de origen.

Ante la emergencia de nuevos problemas o el incremento puntual de los mismos en función del ciclo económico, para FOESSA son necesarias políticas de apoyo a la población en situación de vulnerabilidad que palien los efectos de la precariedad e impidan un deterioro mayor. Se plantea una estrategia de actuación respecto de los empleos con bajos salarios y el diseño de un sistema que cubra realmente las necesidades de los hogares durante las transiciones laborales. Se propone, también, crear unas políticas sociales reales de apoyo a las familias, que incida sobre todo en la situación de vulnerabilidad de los menores, con apoyos como becas de comedor o la provisión, en períodos no lectivos, de fórmulas dignificadoras dirigidas a garantizar la alimentación esencial a niños y niñas menores de 16 años.

En relación con las políticas personalizadas, la agenda de propuestas finaliza con un repertorio de medidad que sirvan para afrontar la situación puntual de las personas más excluidas. Se recomienda la elaboración de una estrategia para la inclusión social y laboral de estas personas, mediante fórmulas de empleo adaptado, procesos de acompañamiento social o itinerarios alternativos de 'activación social' para aquellos más alejados del mercado de trabajo. Una acción adecuada frente a la pobreza y la exclusión social, reclamando un nuevo método de la intervención social que articule un desarrollo integral y solidario.

Los contenidos siguen una estructura similar a la de años anteriores, en torno a tres grandes secciones temáticas bajo los epígrafes Analizamos, Profundizamos y Debatimos. En la primera de ellas, al analizar los indicadores de la realidad social, el informe indica que el proceso de recuperación económica no ha llegado a los hogares más pobres. Se consolida un grupo social muy numeroso que afianza la fractura social que se viene detectando a lo largo del periodo de recesión. Los expertos de FOESSA llevan a cabo una mirada de género a los datos sobre pobreza y exclusión social. Por último, y siendo un tema sobre el que la Fundación quiere empezar a abrir su propia línea de investigación, se plantea un debate sobre la relación entre pobreza y ecología, su tendencia y su retroalimentación. Y se plantea una reflexión sobre cómo la tarea de afrontar el desafío de la reducción de lo que los expertos denominan 'esfera material de la economía' se ha convertido en un objetivo imprescindible.