Que el ciudadano tenga la impresión de que los políticos puedan hacer cosas miserables no es de extrañar. Lo del ayuntamiento de Cartagena respecto a la retirada del busto de Bastarreche de la plaza que lleva su nombre esconde una de las miserias mayores perpetradas por Ayuntamiento alguno. Aplicar la rencorosa Ley de Memoria Histórica a un personaje de tanta influencia en la potencia hidráulica que posee la Región es un error tan resentido como estúpido, pues el criterio de ´repasar´ el pasado franquista al almirante no tiene comparación alguna con el eficaz presente que la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT) representa en contra de la escasez hídrica. El alcalde y su colaboradora en este ridículo mandato que ejercen en el Ayuntamiento, merecen el desprecio de todos los ingenieros hidráulicos que han pasado por la MCT. Y el mío.