En navegación, el rumbo es lo importante. Es el camino que sigue una embarcación para llegar a un destino y que no necesariamente es la línea recta. El mejor rumbo depende del viento, del oleaje o de las corrientes y el patrón debe elegirlo. Y no es fácil, especialmente cuando hay tempestad y hay que saber cual es el mejor para llegar seguro a un puerto. Un mal rumbo hace que la embarcación no progrese, que vaya a la deriva o, incluso, que exista riesgo de hundimiento.

España ha vivido la peor de las tempestades posibles: el desempleo. Una tempestad que empezó a atisbarse en julio del 2008 y que el Gobierno del Partido Socialista no le prestó el interés que requería. No se corrigió el rumbo. Y fue aumentando hasta que el barco empezó a dar bandazos sin control, impidiendo a más de cinco millones de españoles encontrar empleo; un rumbo equivocado que destruía miles de empleos cada día que pasaba.

Y ante la tempestad, hay que tomar decisiones. Fijar un rumbo. Un rumbo que puede inicialmente no entenderse pero que cobra sentido cuando empieza a verse en el horizonte un puerto seguro. Quizás no era el más fácil, quizás no era el más popular, pero cuando se llega a puerto, cuando finalmente se siente uno seguro, cobra la máxima magnitud la toma de decisiones.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entendió que el rumbo que España seguía no era el adecuado, que había que tomar medidas urgentes para frenar la sangría del desempleo que había provocado el rumbo seguido por el Gobierno del Partido Socialista. Que había que cambiar las políticas y corregir el rumbo.

Y lo cambiá, a pesar de las críticas que aun hoy se siguen oyendo. La reforma laboral, los incentivos a la creación de empleo y la mejora del mismo, la dinamización de las exportaciones, de la economía€ Todo ello permitió frenar, en primer lugar, la inercia negativa en la que habíamos caído.

Y el barco se dominó gracias a las políticas del Partido Popular. Esto sucedió a inicios del 2013. Y a partir de aquí se decidió que había que navegar hacia un lugar que se llama veinte millones de empleos, que asegura el estado del bienestar en España y que empieza a atisbarse en el horizonte si seguimos manteniendo el rumbo. Con mucho por hacer aún, claro que sí, pero que empieza a atisbarse en el horizonte.

Y lejos de caer en triunfalismos, algunas evidencias. El paro baja mes tras mes desde enero del 2013 y ha bajado este mes, por primera vez desde el 2010, de los 4 millones de desempleados. Pero lo más importante, el paro juvenil ha disminuido de una forma muy importante y seis de cada diez jóvenes menores de 25 años que encuentran empleo en Europa, lo hacen en España.

Y Murcia, de la mano de Pedro Antonio Sánchez, está recorriendo el mismo camino. Hoy podemos decir que Murcia tiene un 9% de parados menos que en el 2015, lo que significa que 17.725 murcianos que no tenía empleo hace una año, hoy lo tienen. Y de ellos, 1.493 son jóvenes menores de 30 años, 5.676 eran parados de larga duración y se ha producido un incremento notable en los contratos indefinidos.

Pero queda mucho por hacer. Desde el Partido Popular lo sabemos y por eso proponemos caminos que nos ayuden a alcanzar el puerto seguro cuanto antes, complementarios a los compromisos inequívocos para promover más número de contratos laborales, más contratos indefinidos o para asegurar la actividad de los autónomos y emprendedores.

A mayor formación, más y mejor empleo. Por eso es necesario seguir fortaleciendo nuestro sistema educativo para impedir, en primer lugar, que los jóvenes dejen de estudiar. El llamado abandono escolar temprano, una verdadero problema social. Y es cierto que ha bajado de más del 25% a menos del 20% durante el gobierno del Partido Popular. Pero sigue siendo mucho más alto de lo que debemos exigirnos como país. Por tanto, establecemos como objetivo que el abandono escolar temprano sea inferior al 15% en nuestro país antes del 2020. Sólo como primer paso cuantificable. Pero hay que hacer más: potenciar la Formación Profesional Dual, mejorar durante la formación superior la competencias para el mercado laboral, posibilitar la formación a lo largo de la vida para reorientar los conocimientos y competencias a la realidad del mercado trabajo€. Ahí hay que poner todos los esfuerzos.

A mayor innovación, más y mejor empleo. Hay que seguir incentivando la innovación en nuestro tejido empresarial y que nos hay permitido recuperar terreno en los últimos años Hay que seguir confiando en la incorporación de doctores y técnicos especialistas, que todas nuestras empresas sean internacionalmente más competitivas o aunar la investigación del sector público con la innovación y competitividad del sector empresarial. Ir de la mano, especialmente en tiempos de tempestad.

Ahora el objetivo se llama 3.891.403 que es el número de ciudadanos españoles que buscan empleo y no lo tienen. No descansaremos hasta que finalmente nuestro barco se encuentre en puerto seguro, en el que tengamos al menos veinte millones de empleos y en donde todos los españoles que quieran trabajar lo puedan hacer gracias al rumbo marcado por el Gobierno del Partido Popular. Este es nuestro compromiso.