Lo siento, pero no soporto a los estudiosos que nos quieren, con sus conclusiones, imponer sus normas y que nos hacen sentir como estúpidos si no las sigues tal y como ellos han decidido marcarlas. Ya nos hemos dado cuenta de que hay investigadores para todo y para todos. Los que más gracia me hacen son aquellos que nos dicen qué, cómo y cuándo debemos comer según qué alimentos para adelgazar, tener un descanso perfecto o afrontar la ´operación bikini´. Hay otros estudios que me rechinan aún más. Los que se refieren a cómo debes educar a tus hijos. Que si no les dejes la tablet, ni se te ocurra permitirles ver dibujos durante el desayuno o la comida..., o fuera las chucherías. Hay mil cosas antes que aconsejar a un padre y una madre, probablemente más positivas. De verdad que creo que algunos que los escriben no han pasado por este trance y sobre el papel queda todo muy bonito. Dejemos a la gente seguir sus instintos, a veces el sentido común es mucho más práctico que todo un decálogo de buena conducta. Eduquemos a mayores y pequeños en la felicidad sin ser restrictivos por norma.