La posibilidad que se nos presenta de nuevas elecciones no será otra cosa que una ´primera vuelta de la primera vuelta´, pues las encuestas no anuncian cambios en el resultado de la votación respecto a las pasadas elecciones. Así las cosas, nuestro sistema electoral debería cambiarse a fin de que lo que es una ´primera vuelta de la primera vuelta´ se convierta en ´segunda vuelta de la primera vuelta´ para garantizar la gobernabilidad.Luego, sería posible establecer consensos respecto a que la Educación no sea instrumento para adiestrar; para que el agua sea de uso para todos los españoles; para llevar a cabo, entre todos, una justa regeneración democrática; y para que, sin miedo, dejemos atrás las viejas teorías que hacen del antisistema un peligro para la estabilidad democrática.