Cuando todavía me encontraba en estado de shock al enterarme de que a la exalcaldesa de La Muela (un pueblo zaragozano de menos de 5.000 habitantes) el fiscal le pide 35 años de cárcel por haber, supuestamente, cobrado comisiones ilegales de millones de euros por un derroche urbanístico sin precedentes en España, como una plaza de toros de dos millones o un polideportivo de seis millones, mi compañero Julián me comentó algo que me dejó aún más aturdido. Y es el acalorado debate que ha surgido en Valencia sobre en qué sentido debe ir el acento del topónimo en valenciano. Vamos, que si debe ser València (como hasta ahora) o Valéncia (obsérvese la sutil diferencia). Pues bien ahora resulta que el sentido en el que se venía utilizando hasta ahora parece ser que era el incorrecto y que habrá que cambiarlo. ¿Y cuál es la consecuencia de tal ´sacrilegio´? Pues que habrá que gastar millones de euros en cambiar todos los carteles de carreteras y edificios institucionales para subsanar tal error. Vamos, un ´pelotazo´ para algunos. ¡Viva La Muela!