La correcta gestión de los residuos que comienza con una correcta separación supone no solo evitar que éstos acaben en lugares no adecuados contaminando las aguas, el aire o el suelo, sino que supone además una oportunidad para el desarrollo económico y la generación de empleo y de riqueza. Y una oportunidad para la ocupación de personas discapacitadas y en riesgo de exclusión social. Por tanto, separar, preparar para reutilizar, reciclar, valorizar, cumpliendo los requisitos legales, no solo tiene la finalidad ambiental, sino también de índole social y económica.

En la Unión Europea se ha tomado conciencia de ello y se están sentando las bases para pasar de una economía lineal, basada en el modelo usar y tirar, a una economía circular, en la que todo residuo valorizable debe ser transformado en un recurso o materia prima. El objetivo final es claro: disminuir drásticamente los porcentajes de eliminación de residuos en los vertederos y sustituirlos por instalaciones donde, a través de procesos eficientes en los que se apliquen las mejores técnicas disponibles y cumplan con los requisitos legales, se transformen los residuos en materias primas para otros procesos o para su puesta en valor en el mercado.

Con políticas eficaces y una correcta planificación, los residuos pueden y deben ser separados, reutilizados, reciclados y valorizados para incorporarse de nuevo a las cadenas de producción y consumo de los mercados internacionales, convirtiéndose el sector de la gestión de los residuos en un potencial inagotable para la creación de empleo. Producimos residuos todos los días.

Con este propósito, el Gobierno regional está trabajando para que se apruebe en pocos meses el nuevo Plan de Integral de Residuos de la Región de Murcia, que contempla una serie de medidas encaminadas a sentar las bases de esta nueva política circular: determinar necesidades y considerar alternativas viables para que se vaya reduciendo su generación y para que la mayor parte posible de los residuos que se generan en los hogares e industrias murcianas revierta a la sociedad en la forma de un recurso aprovechable que crea nuevas oportunidades que se traducen en puestos de trabajo. Este Plan supondrá una inversión de más de 42 millones de euros durante su periodo de ejecución (2016-2020), y ha sido sometido en los últimos meses a un proceso de participación, consultas e información pública, del que se han obtenido 218 tipos de alegaciones hasta el momento, recogidas en 27 escritos de ayuntamientos, administraciones regionales y asociaciones. Estas observaciones están siendo analizadas para incorporarlas en la medida que sea posible de manera que el plan propuesto sea el plan que mejor se adapte a la Región para caminar hacia los objetivos que nos marca la Unión Europea y a la vez potenciar los sectores de actividad que trabajan en el cumplimiento de estos objetivos contribuyendo a la protección del medio ambiente y creando puestos de trabajo.

Dentro de las medidas del PIRRM (2016-2020) se ha considerado aumentar los esfuerzos en la prevención y en la recogida separada de residuos a través de la consolidación de la red de ecoparques actual, así como potenciar la recogida separada mediante contenedores, servicios puerta a puerta y a través de establecimientos de distribución, por ejemplo, de electrodomésticos. Además, el nuevo plan tiene en cuenta que el 39,05% de los residuos domésticos mezclados que se producen en los hogares (bolsa de basura que se deposita en el contenedor gris) es materia orgánica, compostable y por lo tanto fácilmente reciclable. La Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados exige la recogida separada de esta fracción para obtener un compost de calidad demandado en el mercado. Una parte de los esfuerzos del plan se centra en analizar a través de experiencias piloto cual es el modelo de recogida separada de biorresiduos que puede ser aplicable en la Región de Murcia.

En este escalón de la recogida de residuos cobran un papel muy importante las organizaciones de economía social relacionadas con la recogida y reutilización de residuos domésticos. Son asociaciones o mercantiles que participan en la gestión de este tipo de residuos en colaboración con los ayuntamientos, revirtiendo los ingresos derivados de las ventas de los productos reciclados en la creación de puestos de trabajo y actuaciones dirigidas a personas con riesgo de exclusión social. Muchas entidades locales encargan la recogida de residuos como ropa usada, aparatos eléctricos y electrónicos inservibles, aceites vegetales a estas organizaciones, favoreciendo la reutilización y el reciclado en detrimento de su eliminación en vertedero. El doble beneficio, ambiental y social, de esta política exige incrementar en la medida de nuestras posibilidades el desarrollo de este tipo de actividades. En el Plan de Residuos se recogerán las iniciativas propuestas por estas entidades, que van dirigidas principalmente a la reutilización de productos que aún no han agotado su vida útil y a concienciar a la población de la necesidad de reducir los residuos domésticos.

Si fortalecer la red de recogida es algo primordial, la modernización de las instalaciones públicas existentes en la actualidad no es menos importante para conseguir los objetivos. En este sentido, el Gobierno regional ha hecho un esfuerzo importantísimo en los últimos años. Se han adaptado y modernizado las instalaciones públicas de selección de la fracción resto (la que depositamos en el contenedor gris) para incrementar su eficiencia y que se reduzca la cantidad final de residuos que van a vertedero procedentes de estas plantas y se ha construido una nueva planta de transferencia en Jumilla. La inversión total realizada ha sido de 31,1 millones de euros, que se corresponde con la primera de las fases necesarias, centrada en una correcta separación o selección de materiales en las plantas de tratamiento públicas para posibilitar la obtención de los recursos que contiene la bolsa de basura que depositamos en el contenedor gris. El rediseño de las líneas de las plantas de tratamiento ha permitido un mayor aprovechamiento de los residuos reciclables contenidos en la 'bolsa de basura' y una mayor calidad de los materiales que se obtiene tras el proceso de separación.

Durante las siguientes fases de inversión que se esbozan en el plan está previsto que se incrementen las líneas de selección de residuos separados y se desplieguen tratamientos que favorezcan la valorización de los rechazos de estas plantas de selección. En el plan se ha considerado que son necesarias experiencias piloto y estudios de los diferentes sistemas y tecnologías disponibles, de sus costes y de sus eficiencias de cara a decidir qué modelo necesitamos para el futuro inmediato. La decisión sobre el modelo aplicable en la Región no es fácil. La aplicación del plan debe facilitar esta toma de decisiones.

Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos que se vienen realizando en los últimos años para separar, reutilizar y reciclar, también hemos asistido a las consecuencias ambientales de una gestión ineficiente de algunas instalaciones o vertederos, gestión desleal e ilegal en algunos casos, generando problemas ambientales y un consumo de recursos administrativos importante para conseguir el restablecimiento de la legalidad ambiental y que pague el que ha causado el daño por una incorrecta gestión. Los mensajes negativos que ofrecen a la sociedad las prácticas incorrectas o desleales generan desconfianza y pueden dar al traste rápidamente con este lento proceso de trasformación social que se ha iniciado basado en la concienciación de que el residuo es un recurso si se gestiona bien. Una información puntual negativa es capaz de deteriorar toda una estrategia de sensibilización realizada durante años.

El Gobierno regional está haciendo todos los esfuerzos posibles para la lucha contra el fraude y la competencia desleal en este sector. Estos comportamientos negativos que deben ser castigados, no deben desmotivarnos para seguir separando correctamente, posibilitando además del cuidado de nuestro entorno, todas las oportunidades que están contenidas en los residuos que producimos. Al depositar un residuo en el contenedor adecuado o destinarlo a su correcta gestión se contribuye a un trocito de puesto de trabajo y quizás se está ayudando a una persona en riesgo de exclusión social.

Por ello, en el plan también se aborda la lucha contra el fraude y la competencia desleal que demandan los gestores autorizados. Es importante implantar sistemas telemáticos que permitan reforzar el control sobre los más de cien mil documentos, entre certificados de destrucción, documentos de identificación y notificaciones de traslado que presentan los gestores autorizados anualmente. Es preciso fomentar y reconocer la labor y responsabilidad de quien lo hace bien y reforzar el control sobre los que no lo hacen, para evitar agravios entre los titulares de instalaciones que cuentan con los requisitos necesarios para la protección del medio ambiente haciendo un esfuerzo inversor, con respecto a los que no cumplen con los requisitos y están perjudicando al medio ambiente e indirectamente a la sociedad pues suponen un agravio comparativo con respecto a quienes lo hacen correctamente y crean puestos de trabajo en instalaciones autorizadas.

Son diversas medidas para muchos sectores las que están previstas, y también para reforzar la conciencia ciudadana. La correcta gestión de los residuos es una responsabilidad de todos, comenzando por el que los produce.

Evitar que los residuos acaben en lugares inadecuados donde contaminen y conseguir que se traten en instalaciones debidamente autorizadas constituye un claro ejemplo de cómo el sector ambiental, y más concretamente el dedicado a la correcta gestión de los residuos, trabaja para la protección del medio ambiente, ayudando a cumplir los objetivos de la normativa, y a la vez consigue afianzarse con nuevas líneas de trabajo contribuyendo a la creación de empleo y la generación de riqueza.