Las Tablas de la Ley Ambiental que es la Directiva Marco del Agua (DMA) de 2001 se resumen en dos mandamientos. El primero es «amarás al medio ambiente por encima de todas las cosas de este mundo (tan injusto)». Y el segundo, «recuperarás, en su total integridad, el coste de movilizar el agua, aquí y allá, en cualquiera de los múltiples usos en que para ello se hubiere determinado». No más, la DMA no es una norma de planificación, y sí que lo es de contenido ambiental. Esto ha de quedar claro. Tanto como que el asunto aquel del Programa AGUA y todas sus desaladoras que suplantaron al trasvase del Ebro, ha resultado ser un programa de emergencia pues cuando en las circunstancias infames de la sequía hubo que hacer uso de ellas, de recuperar los costes, nada de nada.