Que tengamos las cosas claras me parece bien, lo que ya no me parece tan bien es que lo que pensamos y creemos lo vivamos de una manera absoluta y no aceptemos que podamos estar equivocados o que se no pueda matizar. En cierta ocasión, dialogando con un amigo agnóstico sobre la resurrección llegamos a un acuerdo al final de la conversación y fue que yo seguía creyendo en la resurrección, pero admitía que pudiera estar equivocado; mi amigo agnóstico seguía no creyendo en la resurrección, pero admitía que pudiera estar equivocado. Me sigue gustando este cuerdo. La apertura significa que tenemos nuestras creencias, pero estamos abiertos y respetamos otros pensamientos. Demasiados dogmatismos vitales. A veces vamos de sobrados por la vida y no es bueno, nada bueno. Sabiduría y humildad van de la mano.