Muchas son las imágenes que retratan a lo vivo la acción de romper o destrozar las cosas, y también la del cansancio extremo, físico o moral, en las personas: hacer(se) polvo, mixtos, añicos, quina, y otras. Pero fijense en hacer(se) carbonato: con una sustancia química de muchos usos, sobre todo relacionados con la limpieza y la higiene, se pondera la acción de romper en partículas mínimas, imaginariamente semejantes a las del polvo de tal sustancia: «El zagal hizo el cántaro carbonato», «Mi hombre trae la ropa del trabajo hecha carbonato». Pero también describe a lo vivo las dolencias y el cansancio físico „«Tengo los pies hechos carbonato», «Estoy hecho carbonato de tanto trabajar»„, y aun la fatiga moral „«La muerte del abuelo me hizo carbonato». Y no olviden, además, que el deseo y la excitación sexual se describe como un ´hacerse carbonato´. Y sepan que los exagerados, y también los más finos, pueden extremar doblemente el desastre diciendo que lo afectado ´se hace bicarbonato´. Pero podría ser peor, porque las cosas y las personas pueden llegar a ´hacerse gas´, en el colmo de una volatilización que las desintegre.