Debo confesarles que a mi, y estoy segura de que a miles de españoles, me importa un comino el Festival de Eurovisión. Es más, si quieren que les sea sincera, me preocupa el que podamos ganarlo porque el gasto que eso supone para el país organizador, para su televisión publica, es de aupa, y no están los tiempos para que nuestra querida TVE despilfarre su maltrecha economía en la organización de estos fastos. Pero al hilo de este acontecimiento que, reitero, no me importa lo más mínimo, permítanme que me una a la preocupación mostrada por el académico de la Lengua José María Merino, quien días pasados ponía de relieve su total desacuerdo con que la letra de la canción que representará a España en Eurovisión 2016, esté compuesta íntegramente en inglés, sobre todo porque, como explicaba, esto viene a ocurrir en pleno año Cervantino.

El académico, con más razón que un santo, venia a decir que «teniendo en cuenta que el español es una lengua que hablan quinientos millones de personas, presentarse con una canción en inglés es sorprendentemente estúpido». Se puede decir más alto, pero más claro no. Y es que Say Yay!, interpretada por Barei, la canción que nos represente en el conocido festival europeo, está totalmente interpretada en la lengua de Shakespeare, no en la de Cervantes, aunque los dos celebren su aniversario en las mismas fechas, incluso dicen que murieron en el mismo día, pero esto más parece producto de la imaginación de algunos.

Según el My Oxford English, que ofrece el ránking de los diez idiomas más hablados en el mundo, los tres primeros puestos por el número de personas que lo hablan, están ocupados por el chino, con 1.200 millones; ocupa el segundo lugar, sorprendentemente para algunos, el español, con 350 millones, y en tercer puesto se encuentra el inglés, con 330 millones. Es decir, al parecer, y según estos datos, nuestro idioma es el segundo en número de hablantes en el mundo, aunque el inglés sea uno de los de más influencia en el campo de los negocios y las relaciones internacionales y el más elegido como segundo idioma. Pero la importancia del español está fuera de toda duda porque lo hablan 350 millones de personas en veintiún países aunque se estima que en total son quinientos millones los hispanohablantes aunque, reitero, el inglés es el que más se utiliza como segunda lengua.

Tan importante es nuestro idioma que con motivo de uno de los acontecimientos más importantes de esta década en el mundo literario, el cuatrocientos aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra y de William Shakespeare, el British Council ha puesto en marcha un proyecto con el objetivo de revisar la influencia que han tenido estos dos genios en la literatura universal. Los textos de ambos autores han sido versionados y analizados en innumerables ocasiones y su influencia es tan importante que sus figuras han sido catalogadas como imprescindibles en la cultura española e inglesa. Este proyecto, entre otros muchos, homenajea a estos dos grandes autores a través de la obra de doce escritores contemporáneos, seis de habla inglesa y seis de habla hispana. Cada uno de ellos escribe un texto original e inédito, en el que rinde su particular homenaje literario a Cervantes y a Shakespeare.

Es decir, los estudiosos de la literatura ponen al mismo nivel de influencia e importancia literaria las figuras de Shakespeare y Cervantes, los máximos representantes de sus respectivas lenguas. Pero al parecer, y extrañamente, TVE parece estar al margen de todo esto, de estos reconocimientos porque, justo en el año en que se conmemora este acontecimiento realmente parece un chiste se les ocurre enviar a Eurovisión una canción en el idioma de Shakespeare, no en el de Cervantes. Como bien dice el ilustre académico José María Merino, «esto es sorprendentemente estúpido».