El presidente iraní visita Roma y en los Museos Capitolinos se cubren las estatuas desnudas como concesión a su cultura. ¿Cómo se sentiría la pobre diosa Venus? Si visita un museo de pintura habría que dar la vuelta a los cuadros que contengan desnudos femeninos. Pueden resultar adecuados gestos de multiculturalismo pero hay que preguntarse si existe reciprocidad y no parece que en el mundo islámico se hagan concesiones a costumbres y códigos ajenos. Islam y arte no son conceptos muy compatibles (los talibanes se dieron a conocer con la voladura de los budas de Afganistán). En Francia Rohaní quiso suprimir el vino en una cena y Hollande se negó. Queda para el manual de lo políticamente correcto calificar las posturas como progre y conservadora.