A riesgo de que me tachen de tradicional y poco abierta a los cambios, les confieso mi sorpresa ante la noticia de que la cantante elegida para representarnos este año en Eurovisión (conocida como Barei) interpretará un tema íntegro en inglés. Después de canciones con títulos y pegadizos estribillos en lengua inglesa como ´Europe´s living a celebration´ (de la ´triunfita Rosa´) o ´Made in Spain´ (del grupo La Década Prodigiosa), parece que ha llegado el momento de dar el salto y seguir el equivocado camino que iniciaron hace años otros países de cambiar su idioma original por el inglés, pensando que así tendrán más posibilidades de ganar el festival (quizás no andan tan desencaminados porque los dos últimos ganadores del certamen se alzaron con el trofeo cantando en inglés, aunque ésta no era su lengua materna: Conchita Wurst lo hizo con ´Rise Like a Phoenix´ , aunque es austríaca; y el sueco Måns Zelmerlöw con ´Heroes´). Si Eurovisión debe ser una muestra de la diversidad cultural de un continente, ¿por qué nos empeñamos en renunciar a lo que más nos identifica: nuestra lengua? Si seguimos así en vez de Eurovisión debería llamarse Anglovisión.