Pese a contar con informes demoledores en contra, Pedro Antonio Sánchez no dudará en autorizar la implantación de las nuevas titulaciones solicitadas por la Universidad Católica. Será su manera de corresponder al apoyo político que el presidente de la UCAM le brindó en las últimas elecciones autonómicas. De forma pública y notoria, Mendoza apostó por PAS frente a Garre, sellando una alianza de ida y vuelta que se escenificó con un abrazo: el del oso. Un espaldarazo, en ese momento, no de los menores, que el candidato del PP necesitaba como el comer, al estar investigado por el caso Auditorio. Ahora toca, como cabía esperar, devolver el favor. Y los favores, en política se pagan, casi siempre, además, con réditos de usurero.

«Desolado» se encontraba el rector de la UPCT, José Antonio Franco, ante la decisión del Consejo Interuniversitario de la Región de dar el visto bueno a una oferta que para muchos constituye «una estafa». Y no es para menos. El tenso debate que duró más de cinco horas no fue, en realidad, más que una pantomima. Los aliados de Mendoza, encabezados por la consejera y seguidos por los demás cargos de la Administración regional del PP, venían con su voto preconcebido. Así que fueron allí a hacer el paripé. Mención aparte merece Javier Ruano, presidente del Consejo Social de la Universidad de Murcia, que, dando pruebas de una obediencia política a prueba de bombas, votó en contra de su propio rector y de los intereses de la UMU.

Da lo mismo que se presentaran informes documentados en contra de la implantación de estas nuevas titulaciones en la universidad privada, que no se pudiera demostrar la necesidad de esta oferta, que estemos a una duplicación innecesaria de títulos, la decisión estaba tomada desde arriba y no eran unos subordinados quienes iban a cambiarla.

Si es verdad que el Consejo Interuniversitario, recién remodelado, es un órgano puramente consultivo, Pedro Antonio Sánchez nos podría entonces haber ahorrado esa parodia, en la que se le ha vuelto a ver el plumero. Si bastaba con el informe favorable de la ANECA (y eso que contenía reparos), cuando estos informes son puramente técnicos y no entran a valorar la necesidad u oportunidad social de las nuevas ofertas, cosa que sí han de hacer el Consejo Interuniversitario y los poderes públicos, más vale que Sánchez hubiera firmado directamente la autorización y no hubiera hecho pasar a sus enviados por semejante espectáculo.

Mendoza hace tiempo que es algo más que el presidente de una universidad privada. Que se lo pregunten a Garre. Mendoza es el verdadero ´cuarto poder´ en Murcia y PAS lo tiene asumido. Pero que lleve cuidado. Que el presidente de la Región esté al servicio de una empresa privada, por mucho que se llame UCAM, no está exento de peligros. Nunca se sabe lo que te acabarán pidiendo. Lo que sí se sabe es cómo terminan los abrazos de los osos.