Cada vez que llegan las elecciones aparece un colectivo al que se le puede tachar de oportunista; ésos que deambulan por la vida buscando la oportunidad de coger un ´cacho´ de poder. Cuando no lo consiguen vuelven a aparecer de nuevo a los cuatro años, hasta que lo logren. Lo triste es que desplazan a gente que es muy válida, honesta y comprometida. En esta vida lo bueno no garantiza nada. He visto que ha salido gente electa cuya trayectoria deja mucho que desear; en cambio, hay gente que ha estado trabajando con generosidad, aportando su tiempo, su esfuerzo, sus recursos económicos€ y ha quedado fuera. Esta vida no es justa en ocasiones.