Tener noticia cada día, en prensa escrita, radio y televisión, de la cantinela de Pedro Sánchez ofreciéndose como acreditado vencedor y candidato merecido a la presidencia futura del Gobierno español, de verdad produce fuerte descojonación. Parece como si el PSOE no hubiera obtenido los peores resultados de los 38 años de nuestra democracia ¡los peores! perdiendo votos incluso respecto a la paliza electoral de 2011. Y va el tal señor de vencedor por la vida. Una de dos, o piensa que los españoles somos tontos de remate o él mismo no está bien del caletre. Que no, Sánchez, que lo que quieren los españoles no es un cambio de Gobierno, quieren otra forma de gobernar. Habráse visto cosa igual.