La versión griega de Podemos se ha hecho con el control político del país que representa la cuna de la Democracia. Belén Esteban ha dicho en la ´casa de los listos´ que no piensa consentir que «un hombre friegue el suelo delante mío, mientras haya mujeres aquí», y una monja de clausura en el convento de la ciudad italiana de Rieti ha dado a luz un niño después de llegar al hospital con «fuertes dolores en el vientre». Sinceramente, no les voy a mentir si les confieso que durante los últimos siete días tengo la sensación de que algo extraño está ocurriendo a mi alrededor, o que cada vez entiendo menos algunas cosas. También puede ser que cada vez quiero entenderlas menos, que es distinto, pero ya lo último que me ha aturdido es el repentino interés por no dejar descansar en paz ni al español más ilustre de todos los tiempos, Miguel de Cervantes, de quien se buscan sus restos como si en ellos se pudiera encontrar la receta para curar la crisis. Entiendo que son muchas cosas, pero permítanme que me quede con la monja salvadoreña de 32 años. Su desliz sólo ha tenido como consecuencia un bebé y una reflexión. Ni los muros más altos pueden evitar lo inevitable. Es la vida.