Le pregunto al maestro Vindio sobre el asunto de los grandes corrimientos electorales anunciados, con la alarma que esto genera en alguna gente, y me dice que lo que cuenta de verdad es el cuerpo. El cuerpo de quién, le digo, y responde que el cuerpo electoral. Según él la temperatura del cuerpo electoral en España se ha mantenido más o menos constante desde hace 40 años, a pesar de las borrascas, las olas de calor y los cambios de clima, y ese es nuestro factor de estabilidad. Le digo que, sin embargo, ahora da la impresión de que le está subiendo la temperatura, y en ese caldo de cultivo aparecen opciones como Podemos, y él se echa a reír. Me vuelve a decir lo de la temperatura corporal, y que cualquiera que pretenda alojarse en ese cuerpo tendrá que bajar su calentura, hasta ponerla al nivel de la de los electores, so pena de no llegar a tenerlos, o de perderlos en cuatro días.