Los resultados que arroja el Barómetro Social de la Región elaborado por el Murcia Seniors Club tiene, entre otras, dos interesantes lecturas. De una parte, la profundidad del hartazgo de los ciudadanos por los muchos casos de presunta corrupción que están investigando los tribunales y los que se han declarado como probados por los jueces. Hasta tal punto es así que se equipara como problema al del paro, ese gran drama que sufren tantas miles de familias. Es casi unánime la opinión de los encuestados sobre la necesidad de que los políticos imputados abandonen sus cargos por pesar sobre ellos una sospecha fundada. Si los políticos que están en esta situación fueran sensibles con la opinión ciudadana deberían dimitir de inmediato. De otra parte, el barómetro refleja que la gran mayoría se muestra en contra de pactos entre PP y PSOE y entre Podemos y las otras fuerzas políticas de izquierda. El mensaje que parece transmitir es la oposición a la formación de bloques tácticos o ideológicos que puedan imponer las decisiones, alejando la posibilidad de la formación de mayorías absolutas estables. No parece que los ciudadanos confíen suficientemente en ningún partido para gobernar, sino en la necesidad de pactos puntuales entre unos y otros. Es un buen signo de madurez.