A nadie se le oculta que las cosas no van bien en educación. Hay problemas que vienen de lejos y que no se corrigen y así va rodando la bola. Es verdad que, a veces, se hacen cosas, surgen pequeñas variaciones que hacen recordar cómo era la enseñanza cuando en vez de preguntar si algo era innovador, se preguntaba si era bueno, si hacía que los alumnos aprendiesen más.

Escribo estas líneas con esperanza, porque me llegan noticias de una de esas novedades buenas. Y no en cualquier campo: en el ámbito sindical ¡ahí es nada!

Acaba de constituirse en la Región de Murcia un sindicato de profesores de Secundaria. El nombre no es muy original, pero sí ilusionante: SPES (Sindicato de Profesores de Enseñanza Secundaria). Se integra en una federación nacional, a cuya web se puede acudir para ver cómo respiran: http://federacionspes.blogspot.com.es/

Los sindicatos de la enseñanza, o con representación entre los compis-camaradas de la enseñanza, son de diverso pelaje.

Los hay, no podían faltar, de clase. Ya sabemos qué clase de sindicatos son los de clase. Ocupados en una profunda escisión ideológica entre las barricadas y las mariscadas, no siempre atinan con lo que interesa en las aulas. Como de todo hay en los campos del Señor, los sindicatos de clase tienen su clientela. Pero también hay quien prefiere vivir de pie a votar a un sindicato de clase. De pie, en contacto con la realidad del aula, porque conciben la enseñanza como un ámbito técnico-profesional que debe ser abordado con criterios específicos de ese oficio y piensan que una directriz educativa no es buena o mala dependiendo de quién la impulse, sino en función de que se ajuste o no a los requisitos propios de trabajo docente.

Hay también sindicatos que se presentan como sindicatos docentes. Pretenden abordar la enseñanza desde una perspectiva profesional.

Comparto este enfoque. Por eso, en pasadas elecciones aparecí en las listas de Anpe, que se define a sí mismo como un sindicato de docentes para docentes. Conservo en Anpe excelentes amigos: Clemente, Antonio, Paco€ gente siempre dispuesta a poner al servicio de los docentes su dilatada experiencia y su afable eficacia. Seguro, además, de que mantendremos la amistad a pesar de que no los votaré en las próximas elecciones sindicales. Y me explico. De estos amigos tengo, es evidente, una excelente opinión, pero€ no son de Secundaria.

Soy profesor de Filosofía y tengo cuatro hijos (dos de ellos todavía en Primaria) pero no acabo de aclararme con la Primaria: no sé cómo funcionan los refuerzos, los desdobles y mil cosas específicas de esa etapa educativa. Y veo que cualquier maestro se mueve con una soltura que yo ni huelo.

Tengo para mí que lo mismo ocurre a los de Primaria cuando hablamos de Secundaria. Que ahí yo sí me aclaro y sé cómo van las cosas. Por eso me parece muy conveniente que haya un sindicato que se ocupe específicamente de ese ámbito.

No es infrecuente que un solar en medio de espacios habitados acabe acumulando basura. Por puro descuido, porque nadie se ocupe de su cuidado y mantenimiento. Y eso es lo que ha ocurrido en Secundaria: que nadie se ha ocupado porque tenían otros intereses. Y me parece muy comprensible. Se trata de que una cosa es la Primaria y otra la Secundaria. Y se trata de que no hay, no había hasta ahora, un sindicato de Secundaria.

Tal como lo veo y lo voto, es interesante que el sindicato no sólo sea profesional. A los de Secundaria nos conviene que, además, sepa de qué va la Secundaria: conviene que cada uno cuide su solar, en caso contrario el cátedro acabará barriendo el pasillo mientras el conserje da una charla de educación afectivo-vial. O podría pasar, pongo por caso, que las bajadas de sueldo sean proporcionales y las subidas lineales con lo que acabamos en que los de Secundaria perdemos más que los otros cuerpos (échenle un vistazo a las nóminas, y me lo cuentan: ojo, que puede volver a pasar) o que la paga extra de un maestro sea superior a la de un catedrático (nuevo vistazo a las nóminas). Podría ocurrir que los institutos se parezcan cada vez más a las guarderías y así, pongo por caso, que tengamos unas reuniones de coordinación (CCP) que tienen que ser muy útiles cuando tratamos chiquillos de 6 años pero que, la verdad, coordinar al profesor de física y al de latín de alumnos con 18 años ¡tiene un cuajo€!

En fin, que además de mirar con lupa el asunto salarial, es de esperar que Spes-Murcia empiece solicitando la supresión de las CCP, la creación de una dirección general de Secundaria (cosa que, tengo que decirlo, ya solicitamos hace tiempo desde Ciudadanos para el Progreso), que cada palo aguante su vela (definición de las funciones de los pedagogos, que los PTE se ocupen de la elaboración y seguimiento de las programaciones de los alumnos de los que se encargan). Y este curso, si las urnas o los puntazos de quien corresponda no lo impiden, en aplicación de la Lomce, hay que organizar toda la Secundaria, el Bachillerato y la Formación Profesional para septiembre de 2015. Como en la mesa de negociación no haya gente de Secundaria, que no se extrañen si vemos a un catedrático de griego haciendo apoyos en el laboratorio de Química.

En fin, que me parece una buena noticia la aparición de este sindicato. Y muy oportuna. Ahí dejo el correo electrónico, para quien quiera saber más: spes.murcia@gmail.com