El 24 de agosto no es una fecha cualquiera para la historia de Francia. La noche de San Bartolomé evoca recuerdos de matanzas, de guerras de religión, pero también quedará asociada para siempre a la ´fiesta´ que supuso en 1944 la liberación de París.

Aquella noche, hace ahora 70 años, ´La Nueve´, la compañía de la Segunda División Blindada del general Leclerc, formada mayoritariamente por combatientes españoles, fue la primera en entrar en la capital francesa, todavía ocupada por los nazis. El París de la Revolución francesa, la Comuna o el posterior Mayo del 68, el que siempre ha tenido una vena rebelde y combativa, vio entrar aquella noche por sus calles a decenas de jóvenes españoles que con menos de 20 años habían cogido las armas para defender la República española y que años después, por vicisitudes de la historia, se encontraron liberando la Francia ocupada. Para la historia quedarán las fotos en las que se ven desfilar por los Campos Elíseos, aclamados por la multitud, en aquel agosto de 1944, vehículos militares con nombres como Don Quijote, Madrid, Guadalajara, Brunete, Ebro o Teruel.

Todo esto, y mucho más, lo cuenta la periodista y escritora Evelyne Mesquida en su libro La Nueve. Los españoles que liberaron París, con prólogo de Jorge Semprún. A Evelyne tuvimos la suerte de tenerla en Cieza hace unos años. Con una facilidad de palabra asombrosa y apoyada en multitud de documentos recopilados a lo largo de los años, fue trazando la odisea de aquellos jóvenes españoles que habían sido vencidos en España en su defensa de la República, pero que entraron victoriosos en París como defensores de la libertad.

Otro libro, esta vez de cómic, que narra esta extraordinaria aventura lleva por título Los surcos del azar. Un libro premiado el año pasado como mejor obra de autor español del Salón Internacional del cómic de Barcelona, cuyo autor es el prestigioso dibujante Paco Roca. En él, Roca no sólo reivindica la hazaña de unos hombres olvidados por nuestra historia sino que va más allá, planteando una lúcida reflexión sobre la memoria de este país. Del puerto de Alicante a la guerra en el desierto y a la entrada en París con la división Leclerc, estamos, en palabras de Díaz de Guereñu, ante «un recuento de derrotas y victorias, de penurias, esperanzas y desengaños, desplegado con una maestría narrativa extraordinaria».

Tras años de olvido, el Gobierno francés va a reconocer oficialmente el papel desempeñado por estos españoles en la liberación de Francia. No está de más que la justicia histórica, aunque sea tardía, se vaya abriendo paso. Estos ´héroes en la sombra´, estos hombres que prosiguieron su lucha contra el fascismo en el exilio, lejos de su tierra, se merecen que sus nombres y su coraje salgan a la luz. Es verdad que en 2004 hubo un homenaje oficial organizado por el ayuntamiento de París. Coincidió precisamente con mi estancia en la ciudad aquel verano, pero me pareció, a todas luces, insuficiente. En esta ocasión se espera que acudan a los actos de homenaje a ´La Nueve´, el primer ministro, Manuel Valls, y la alcaldesa de París, Ana Hidalgo. Es lo menos que se puede esperar de dos hijos del éxodo español. Del económico y del político. También está previsto un desfile con familiares de republicanos españoles que se iniciará en la Porte d´Italie, lugar por donde entraron a la capital los miembros de ´La Nueve´. Y se espera que François Hollande tenga algunas palabras de reconocimiento para ellos.

El 24 de agosto de 1944, París fue una fiesta. Lo vimos en la película Casablanca y lo contó Hemingway. Una fiesta en la que fueron actores imprescindibles unos españoles a quienes los surcos del azar condujeron, tras la Guerra Civil, a seguir luchando contra el fascismo y a liberar la capital del Sena de los alemanes. Una historia apasionante y olvidada sobre la contribución española en la Segunda Guerra Mundial. Yo no soy capaz de serlo.