Los seis días de vacaciones de Navidad le habían sentado muy bien. Desde el aperitivo con sus compañeros de trabajo el viernes 28, pasando por la fiesta alocada de Nochevieja -en la que se achispó un poco con los colegas de toda la vida mientras que las mujeres bailoteaban-, hasta el día de Reyes con roscón y regalos. Todo compareció como Dios manda.

Don Regulario, como era su costumbre, tuvo tiempo para hacer un 'inventario íntimo' de las metas que se marcó hace un año y los objetivos que había cumplido. El balance era más que positivo: tres grupos de trabajo para el control de calidad (uno de ergonomía y salud laboral, otro de metodología y un tercero de satisfacción del cliente); dos docenas de circulares al personal a su cargo informando (a veces en tono severo) de las disposiciones laborales vigentes y cientos de horas de reuniones de equipo para evaluar los progresos y sortear las dificultades acaecidas. Además, ilustrado por un artículo del doctot Antonio García Izquierdo, planificó y estructuró un plan de acción de mejora de rendimiento de su departamento. El esquema general ya lo tenía su inmediato superior via e-mail. ¡En apenas dos años que ocupaba el cargo había conseguido cambiar la dinámica laboral!

"Estimado Regulario: por la presente le comunico su inmediata destitución del cargo que ocupa y su sumarísimo despido al amanecer. Las razones que me llevan a esta decisión son el desmesurado aumento de días de demora en la atención a nuestros clientes (del orden del 134% ), el incremento de trabajo de nuestros servicios jurídicos por reclamaciones (aproximadamente un 57% más), las 69 bajas laborales del personal a su cargo (sin contar el intento de suicidio de su secretaria).En definitiva, por ser un Mediocre Inoperante Activo -MIA-según la definición del doctor J. L. Gonzalez Rivera"

"P.D. Para su tranquilidad Antonio García Izquierdo ocupará su puesto. Reciba un cordial saludo".

Firmado, don Adán Más Grande.