Se ha instalado la especie de que, ante nuestro estancamiento económico y la falta de liderazgo del Gobierno para encarrilar las reformas, será todo más fácil con un Gobierno de Mariano Rajoy. Los que lo creen piensan que estamos en 1996 (cuando, tras la derrota del PSOE y con un paro elevado, el PP de Aznar ‘devolvió la confianza’). Pero hay diferencias con lo sucedido hace quince años.

La más relevante es nuestro alto nivel de endeudamiento. En los próximos años, parte de lo que generemos servirá para pagar a nuestros acreedores (con un consumo lastrado por: alzas impositivas —nos exigen una nueva subida del IVA—, descensos salariales —para mejorar la competitividad— y aumento de tipos de interés). En 1996, interesó que España entrara en el euro y se facilitó su crecimiento, gracias a bajos tipos de interés y a expansiones inmobiliarias, junto a las ayudas europeas. Todo eso ha terminado (incluidos los fondos de cohesión, en 2013).

La situación se complica si vamos al terreno personal. Por un lado, Rajoy no tiene la determinación de Aznar (no ha mantenido el orden en su formación, ante comunidades morosas gobernadas por su partido: ¿levantará alfombras en Valencia, que ahora prorroga contratos millonarios con la Fórmula 1, mientras paga a proveedores sanitarios a 645 días?). Por el otro, sus escasas propuestas económicas (como ‘restaurar la deducción por vivienda’) hacen creer al que le escucha que nuestros acreedores permitirán la vuelta a la orgía inmobiliaria (aunque el Banco de España anuncie más caídas del precio de la vivienda o bancos de inversión afirmen que el sector financiero tardará… veinticuatro años en recuperar el valor de sus activos inmobiliarios). Y es que el trabajo de Rajoy será el de ZP: hacer lo que le pidan ‘los mercados’, Merkel-el BCE-el FMI, ya que la austeridad no es para el PSOE o el PP, sino para España.

CÓMO LO VEN

¿Copiar a Alemania? Ante la reciente visita de Angela Merkel a Barack Obama, The New York Times se pregunta si no es hora de que EEUU copie algunos elementos de la exitosa economía germana (con menos paro y con una mayor ganancia de poder adquisitivo de sus empleados durante los últimos años, en comparación con los estadounidenses). Se admira su mejor sistema educativo y la mayor regulación de su economía (que, entre otras cosas, ha evitado burbujas inmobiliarias, como la norteamericana… o la nuestra).

La cara oscura del milagro polaco. Según The Guardian, a pesar de que la economía polaca es de las que menos mal lo está pasando en el escenario de crisis global, no es oro todo lo que reluce. Junto al deterioro de los servicios sociales y de salud, su juventud altamente cualificada prefiere salir del país que permanecer en Polonia con trabajos precarios o, directamente, desempleados (el paro entre universitarios supera allí el 20%). Un escenario parecido al de otros sitios.

CÓMO NOS VEN

Se libran Santander y BBVA. La muy leída Lex Column, de Financial Times, resaltaba la inquietud en ‘los mercados’ ante la presumible dificultad para financiarse de bancos medianos y cajas de ahorro españolas (ya que sólo han refinanciado un 25% del vencimiento de la deuda de este año). Excepto Banco Santander y BBVA (que generan la mayoría de sus ingresos fuera del país), las restantes entidades requieren aumentar de forma importante su capital, para afrontar las exigencias externas.

Muerte de escritor y político. BBC destacaba la muerte, en París, del escritor y político Jorge Semprún (ministro de Cultura del PSOE, con Felipe González). Entre su biografía, resalta: sus guiones para películas de Alais Resnais o Costa Gavras; su participación en la resistencia del Partido Comunista francés y su captura y envío al campo de concentración de Buchenwald (así como su expulsión del Partido Comunista de España, en 1964, por ‘desviacionismo’).

QUÉ SE CUECE

La directora del NYT. 233grados.com destaca una entrevista del citado The Guardian a la nueva directora del The New York Times, Jill Abramson (la primera mujer al frente del diario en 160 años). Precisamente, niega haber accedido al cargo por razón de cuotas, asume que la ‘vieja dama gris’ ya no es la ‘única voz de la verdad’ y afirma que uno de sus objetivos es conseguir una mayor diversificación de voces en la veterana cabecera.

¿Artículos separados de información? El experto en medios Jonathan Glick explica en Business Insider hacia donde cree que evolucionará el periodismo en los próximos diez años. Así, augura una separación entre la información y las noticias de última hora (accesibles para todo el mundo a través de múltiples plataformas) y el artículo/comentario en profundidad, con análisis y contexto en su interior, que será susceptible de ser monetizado y almacenado en los dispositivos móviles de los usuarios, para poder leerlo en momentos de calma.