La segunda cadena de Televisión Española, La 2, siempre tuvo un alto porcentaje de singularidad que la hacía apetecible a muchos telespectadores, antes del fenómeno de las cadenas privadas y las autonómicas. Es verdad que el exceso, en ocasiones, de material didáctico que emitía abrumaba al espectador que buscaba también información y dulce entretenimiento. Durante años se identificó por los documentales de naturaleza a partir de la llamada de Félix Rodríguez de la Fuente. La 2 siempre fue especial. Bien.

En una etapa como la actual en que se discuten los grandes presupuestos y la crisis de las cadenas autonómicas, en que las privadas abundan en la parte rosa o en la basura humana para captar la audiencia imprescindible para la resistencia, cuando la lucha es feroz en la búsqueda de formatos de impacto, aunque éste sea producto enfermizo de la debilidad del ingenio, la segunda cadena de TVE se ha convertido en un modelo y ejemplo que bien merece la pena seguir y ver.

Desde hace un tiempo ha existido una ´revolución´ en la calidad de los contenidos de la cadena. En la actualidad se emiten trabajos cuidadísimos de producción propia en el formato documental, que le están dando prestigio y buenos resultados, además de demostrar que se puede hacer una muy buena televisión de bajo coste con talento y preparación intelectual. Al mismo tiempo se cumple con el modelo de televisión ideal para formar y entretener. Tengo dos ejemplos, pero la parrilla está llena de ellos. Imprescindibles, que es una serie que atiende las biografías de grandes personajes de todas las artes y humanidades, y La mitad invisible, un diseño distinto de programa que nos acerca a la parte oculta de algunas obras trascendentes.

Pero hay más. Los últimos documentos sobre la actualidad, sobre las costumbres sociales de nuestro tiempo, están siendo realizados con una alta calidad periodística, virtud para la que no es necesario grandes dispendios económicos. En la pantalla de La 2 se ve buen cine además de trabajos relacionados con el mundo científico, sin olvidar el blanco y negro (ellos pueden hacerlo) que atiende la necesidad de la nostalgia y el recuerdo de lo pasado y vivido.

También continúan prestándole la atención debida a los documentales sobre naturaleza, al mundo agrario y ecologista, al campo y sus aficiones: la caza y la pesca. Programas divulgativos sobre el medio ambiente. La 2 es, sin duda, la mejor opción televisiva para consumir en la actualidad. Y su ejemplo nos llega, a nosotros, los murcianos, en un momento en que la necesitamos cuando en nuestra región tenemos que dar un impulso a nuestro canal autonómico con virtudes que están más en la inteligencia y en la imaginación que en la tesorería pública.

Por resumir: hay que copiar el buen gusto de La 2 pasado por el tamiz de nuestros signos de identidad. Y tendremos una excelente televisión a precio asequible.

Es posible, lo aseguro.