La universidad está cambiando

Por Antonio Montes Romero

Están surgiendo en nuestra Universidad emprendedores con una enorme preparación, ideas innovadoras y altas dosis de ilusión, capaces de formar junto con sus profesores Empresas de Base Tecnológica (EBTs) o Empresas Intensivas en Conocimiento (EICs).

Son empresas que nacen con las aportaciones de sus promotores, de la Universidad de Murcia y, normalmente, con apoyo financiero procedente de fondos públicos a los que acuden compitiendo con otros proyectos a nivel nacional.

Pero todos sabemos que los comienzos son difíciles, y estas empresas, conforme van creciendo y entrando en nuevos mercados internacionales, precisan de más capital, y aquí se encuentran con una situación de escasez de recursos financieros.

Aquí es donde creo que el Círculo de Economía podría jugar un papel clave, pudiendo aportar, a través de sus socios, experiencia, contactos y sobre todo capital, en caso de que sean negocios capaces de generar ventajas competitivas y por tanto alta rentabilidad y confíen en sus promotores.

Infraestructuras autofinanciables

Por Manuel Jódar Casanova

Como todos sabemos, los presupuestos del Estado Español para 2011 suponen un recorte importante de la inversión en infraestructuras.

Creo que es de aceptación general la necesidad de hacer infraestructuras como ayuda a la actividad económica general y mejora de la productividad del territorio (acortamiento de distancias, abaratamiento de costes, mejora de los servicios, etc…).

Independientemente del debate de los proyectos necesarios o no necesarios, yo propondría un criterio para los tiempos de escasez: que los proyectos sean autofinanciables. Es decir, que no necesiten del presupuesto público.

En otras palabras: hay que hacer proyectos que generen una rentabilidad económica que pueda pagar la propia inversión. Posiblemente, aun en estos tiempos de escasez económica, los fondos privados estarían en disposición de acometerlos.

¿Ha comenzado la década perdida en España?

Por José García Caballero

Leo en la prensa económica acerca de las décadas perdidas en Japón, Italia y Portugal, que han crecido en la ultima década un 7,30%, un 2,43% y un 6,47%, respectivamente, mientras España crecía en ese mismo periodo un 22%.

Una serie de factores, tales como insuficientes reformas en el sistema financiero, alto endeudamiento de la economía, y falta de productividad, entre otros, han lastrado el crecimiento de dichos países, con un crecimiento en ‘L’ que no se sabe cuando va a cambiar.

¿Les suena ese escenario? España parece, punto por punto, abocada a una situación como esa si no se toman las medidas oportunas.

¿Sería posible que las fuerzas políticas, en todas sus instancias, llegasen a un acuerdo en media docena de medidas estratégicas para el futuro de este país? ¿Tienen nuestros políticos -de aquí y de allá- altura de miras para pactar medidas imprescindibles que nos saquen del pozo? De ellos depende que no se pierda la próxima década, porque el pueblo -como ya lo ha demostrado a lo largo de la historia- sabrá estar a la altura de las circunstancias.

Internacionalización o huida al exterior

Por Martín Izquierdo Moreno

En las últimas semanas hemos asistido a movimientos corporativos de gran calado de los grandes bancos españoles, movimientos que responden a una estrategia clara de reforzar su presencia internacional tanto en los mercados que ya operan como en otros nuevos.

Este hecho sin ser del todo bueno para España por la fuga de inversión al exterior que supone, no deja de enorgullecernos por ver cómo nuestros bancos compiten en el exterior y en los primeros puestos con los grandes gigantes financieros mundiales.

Ahora bien, lo realmente preocupante para mí es la forma de comunicación de estas operaciones, no tanto haciendo hincapié en la fuerte presencia internacional, sino más bien en el poco peso en su balance y cuenta de resultados que ya supone España, enfoque negativo que al parecer tiene mejor acogida en los mercados, desde luego muy importante para estas entidades.

Sin duda para reflexionar.

Un AVE de dudosa utilidad

Por Dionisio Escarabajal Asensio

Dudo que el AVE previsto para Murcia tenga demasiado sentido, al menos para los viajeros frecuentes como yo.

Es cierto que el AVE es un medio de transporte enormemente atractivo y que, en general, siempre será mejor alternativa y más segura que la carretera. Y que para trayectos medios compite de forma eficaz con el avión. Pero... ¿Qué sentido tiene invertir una enorme suma de dinero en hacer un AVE que va a ahorrar apenas unos minutos en relación con el coche para el trayecto Murcia-Albacete?

Creo que en el asunto del AVE nos hemos comportado con un cierto espíritu de país tercermundista, de esos que hacen magníficos aeropuertos, pero sin buenas carreteras para acceder a ellos, emborrachados por las indiscriminadas ayudas al desarrollo. En vez de mejorar y optimizar el tren que tenemos -bastante decente por otra parte- vamos a implantar un tren de ricos que dejará al autobús de pasajeros como única alternativa de transporte público barato para las masas. Vuelta a la carretera y a la inseguridad. Para este viaje -y nunca mejor dicho- no hacían falta tantas alforjas.