Recuperar la confianza para el año que ahora comienza es vital para todos; recuperar las expectativas de generar empleo es una necesidad acuciante para millones de personas. De esta crisis sólo se puede salir a través del acuerdo, el compromiso y el esfuerzo de todos. Recuperar la confianza de la sociedad y de los mercados sólo será posible a través de un gran pacto nacional entre, al menos, las principales fuerzas políticas y sociales.

Los datos que se vienen conociendo confirman la inestabilidad y falta de confianza en la capacidad de recuperación de la economía española, la estimación para 2010 es que finalice con una tasa de crecimiento negativo del -0.3%, mientras que para 2011 se estima un crecimiento del 0.7%, datos que conllevaran que la tasa de paro seguirá entorno al 20% y que los parados, el principal drama de nuestra economía, continuarán por encima de los cuatro millones y medio. Esta situación es aún más complicada porque en torno al cuarenta por ciento de los desempleados pertenecen a familias cuyos miembros están todos en paro. Nos encontramos en una difícil encrucijada, las decisiones y las acciones que ahora se implementen definirán el futuro de España.

El compromiso por España demanda, evidentemente, la suma de todos, aunque la mayor responsabilidad corresponde a los dos grandes partidos nacionales , PP y PSOE, que tienen ahora más que nunca la imperiosa necesidad de afrontar juntos la salida de esta crisis, que esta llevando a la sociedad española a una crítica situación y que en el exterior se evidencia con la dificultad para refinanciar la deuda española, que ha de asumir además un diferencial de más de doscientos cincuenta puntos con el bono alemán.

No es tiempo de políticas de partido, sino de políticas de Estado, y como tal, afrontar las reformas estructurales que la economía española necesita, que difícilmente las puede llevar a cabo un solo partido. El tiempo en que se debieron aprobar ha transcurrido largamente, insistir en que no se hicieron no contribuye a resolverlo. La pérdida de confianza es creciente.

Un pacto de Estado que permita recuperar la confianza, que incentive la inversión y el crédito exterior e interior, que recupere el consumo y, sobre todo, que incentive la capacidad competitiva en el exterior para acabar con el déficit crónico de la economía española.

Un pacto que afronte los graves problemas :

- La energía, desde el coste al abastecimiento, en el que España depende en más del ochenta por ciento del exterior.

- La reforma laboral para garantizar la estabilidad en el empleo y los derechos de los trabajadores, a la vez que permitir su movilidad y adaptabilidad a la nueva realidad empresarial.

- Las pensiones y la sanidad precisan adecuarse a la evolución de la población y del empleo. El excesivo coste de la Seguridad Social, asumido por las empresas, afecta directamente a los costes de producción, una barrera para poder competir en el exterior, a la vez que ventaja a los productos importados.

- La educación, la formación profesional y la universitaria precisan ajustarse, en los medios y financiación, a las nuevas demandas profesionales.

- El marco autonómico, desde el Estado a las comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos, esta necesitado no sólo de un nuevo modelo de financiación, sino de su adecuación para evitar duplicidades de competencias y el exceso de burocracia. Todo ello, en el contexto de recuperar plenamente la unidad de mercado.

Es preciso plantear una política fiscal incentivadora de la inversión, a la vez que eliminar jurídica y fiscalmente la expectativa de cambios permanentes, acuerdo que se hace extremadamente urgente y vital para recuperar la confianza y el crédito, y consecuentemente la inversión y la creación de empleo.