ace unos días un destacado dirigente del Partido Popular manifestaba que el estado del bienestar en la Región estaba a cargo del Gobierno autonómico porque era responsabilidad de éste la Educación y la Sanidad, pilares, según decía, de dicho estado del bienestar. Los pilares puede ser, pero para hablar de una sociedad en la que el estado del bienestar esté presente hay que hacer mucho más, como, por ejemplo, que los enfermos no estén en las listas de espera de cualquier especialidad más del tiempo razonable. Y razonable no puede ser que para que un especialista vea a un enfermo éste tenga que esperar más de sesenta días, como está ocurriendo en muchos casos ahora tal y como ha puesto de relieve una resolución del Defensor del Pueblo de la Región de Murcia que insta al Servicio Murciano de Salud a informar a los ciudadanos de su derecho a ser atendidos por médicos privados con cargo a la sanidad publica. Porque, sí, es cierto que aquí el tiempo máximo fijado establece en cincuenta días el limite para consultas de especialistas y en treinta para realizarse las pruebas, pero ya se sabe, una cosa es la teoría y otra la práctica.

Quizás por este desajuste se justifique el que más del 40% de las visitas a Urgencias en la Región, según los expertos, no estén justificadas porque dicen que una simple sensación de dolor no debe de ser suficiente para ir. Lo que no dicen es que ese ciudadano que siente dolor es posible que lleve esperando largo tiempo a que le atienda un especialista y, pongámonos en su lugar: dolor más tiempo de tardanza igual a lógica preocupación del enfermo y sus familiares que al final ven la única solución en las urgencias. Y no es de extrañar, porque estos expertos también recuerdan que está indicado acudir a este servicio cuando el paciente tiene «una sensación subjetiva de gravedad». Y a nosotros nos parece que un dolor intenso puede provocar esa sensación. Sobre todo, si llevan mucho tiempo esperando a que el especialista les vea.

Por cierto, el estado del bienestar también tiene mucho que ver con el número de plazas que una comunidad ofrece para atender a las personas mayores. Instalaciones geriátricas públicas, claramente insuficientes en la Región. Así es que no estaría mal que la Administración tuviese en cuenta lo sugerido por el partido Unión Progreso y Democracia —UpyD—, que ha propuesto la creación de una residencia para ancianos en el actual Hospital Naval de Cartagena, para aprovechar, dicen, el edificio que quedará vacío una vez que el Servicio Murciano de Salud se traslade al de Santa Lucía. No parece mala idea, no. Y lo importante es buscar soluciones a un tema tan preocupante.