La consolidación de la democracia aportó grandes beneficios a nuestra sociedad pero, sobre todo, la democracia nos trajo el derecho a gozar de unos medios de comunicación libres y de unos periodistas que, con su mirada crítica, nos ayudaban a comprender lo que ocurría a nuestro alrededor. Eran esos periodistas que ponían en un brete a los políticos en las ruedas de prensa, que no se daban por satisfechos con cualquier explicación y que intentaban profundizar en todo aquello que pudiese servir a una sociedad que estaba despertando a la libertad.

No podemos imaginarnos ahora nuestra vida sin los periódicos libres que acompañen nuestro desayuno. Sin medios de comunicación al servicio de la sociedad, porque son ellos los que nos hacen sentir ciudadanos de primera.

Y en este punto recuerdo de manera especial a un profesor de la Universidad Complutense, de Madrid. El doctor Conesa; que me hizo amar el Derecho, me hizo también sentirme orgullosa de estudiar periodismo porque supo transmitirme los valores de los periodistas de aquella prensa que emergía ansiosa de hacer llegar a la sociedad la importancia, entre otras muchas cosas, de la verdad.

Hace algún tiempo que los partidos políticos y los gobiernos autonómicos han incorporado como estrategia de comunicación el comparecer en rueda de prensa soltando su discurso sin permitir que los periodistas les hagan preguntas al respecto y, de igual manera, en esta furia controladora, envían sus videos y cortes radiofónicos de lo que ellos quieren que salga a los medios audiovisuales. Simulacro de información veraz que hurta a la ciudadanía el derecho que esta tiene de recibir una información elaborada por los profesionales de los medios y no por los gabinetes de comunicación de los que producen dicha información, tal y como ha denunciado la Agrupación de Periodistas de la Federación de Servicios de UGT.

El escritor Gustavo Martín Garzo escribió que "los buenos periodistas nos enseñan a mirar el mundo, pero también a sentirnos mirados por él". Y un buen periodista no puede, no debe permitir que el mundo que él transmite sea a través de la mirada del político de turno que pretende controlar-¡cuanto duran las enseñanzas de Goebbels!- hasta la manera de ofrecer una noticia. Se han inventado un género propagandístico-periodístico que no deberíamos permitir que se desarrolle, que no puede existir en democracia porque si se ofrecen las noticias bajo su prisma tenemos que preguntarnos qué queda del periodismo, qué ofrecemos de verdad.

Blog: pityalarcón.com

pityalarcon@ono.com