Si los políticos gobiernan a golpe de encuestas, el sondeo otoñal del CIS facilita el análisis del PSOE. El oráculo estadístico les propone que agoten la legislatura con Zapatero, pero que lancen como candidata para 2012 a Carme Chacón, la política mejor valorada de España. Conquistó el ministerio de Defensa siendo mujer, embarazada y catalana -por poner sus pecados en orden creciente de gravedad-. La economía estrangula la cotización del actual presidente, cuyo desplome ha recortado a la mitad la ventaja en valoración personal sobre Rajoy. Sin embargo, el presidente popular "indeciso y lento", por repetir las palabras que acaba de dedicarle The Economist, sigue peor valorado que todo el Gobierno excepto Liviana Aído, y a más de un punto de Chacón.

Rubalcaba es el único político español mejor valorado que la titular de Defensa, pero su edad conlleva fecha de caducidad en un país que desea líderes jóvenes porque arden con más brío en la hoguera. Chacón ya sería vicepresidenta de no mediar la huida de las tropas españolas de Kosovo. Los imponderables de la cartera de la Guerra -una acción de piratería sangrienta, cinco soldados ingleses muertos ayer en Afganistán- amenazan su consagración, pero Zapatero afronta retos más insalvables en el campo de batalla de la economía. En todo caso, habría que salvaguardar a la heredera de embates y combates estériles.

El CIS dictamina que Zapatero se ha desgastado al asumir personalmente todas las carteras -hay nueve ministros desconocidos para más de la mitad de los españoles-. En cambio, las perspectivas del PSOE permanecen intactas. La mayoría del electorado se proclama de centroizquierda, y uno de cada cuatro españoles jura que nunca votará al PP, en tanto que sólo uno de cada diez exterioriza esa hostilidad hacia los socialistas. Es dudoso que el presidente del Gobierno tenga la grandeza de testar en Chacón, o que Rajoy nos descargue de su esterilidad en Gallardón. Lo cual nos condena a la tercera edición de los debates preelectorales Zapatero-Rajoy. Apasionante.