Trescientos años de la historia de la diócesis de Cartagena están recogidos en las relaciones de las Visitas ad Limina de los obispos de la diócesis de Cartagena, realizadas desde el año 1589 a 1901, con las vicisitudes propias de un periodo tan extenso. Incluyen una amplia variedad de noticias e informaciones de esta diócesis con referencias continuadas al seminario, cultivo de la seda, epidemias de peste, riadas, sequías, guerras... y en un aspecto más amplio, el acontecer diario de la vida española y su repercusión en la diócesis de Cartagena: Guerra de la Independencia, Cortes de Cádiz, Liberalismo, Austrias, Borbones, I República, Concilios de Trento y Vaticano I, Concordatos de 1753 y 1851...

La relación de las Visitas ad Limina incluye un informe detallado que cada cuatro años realiza el obispo, con amplias lagunas, y repeticiones casi literales de relaciones anteriores. El estado de salud, la edad de los obispos de Cartagena, las dificultades de un viaje desde Cartagena a Roma... obliga a algunos de ellos a estar representados por sacerdotes de la diócesis, apoderados, para este fin.

Las Visitas están divididas en tres momentos diferentes: 1. Peregrinación a los sepulcros de los Príncipes de los Apóstoles y su veneración; 2. Encuentro con el Santo Padre; 3. Coloquio en los dicasterios de la curia romana.

La relación sobre el estado de la diócesis es enviada a la Santa Sede con seis meses de antelación a la fecha de la visita y es estudiada minuciosamente en los dicasterios competentes, que informan de sus observaciones a una comisión constituida a estos fines, que sintetiza su contenido utilizado como guión en los coloquios.

De forma esquematizada estudiamos las referencias a las asociaciones religiosas durante el periodo 1589-1901 que llevan el nombre de 'Santa María de la Arrixaca'.

Siglo XVI.

La primera relación es de 1594. El obispo Sancho Dávila y Toledo -1591-1600- menciona entre las cofradías existentes en la ciudad de Murcia: Santa María de la Concepción, del Rosario, San Antonio, San Roque, Santa María de la Soledad, Santa María de la Arrixaca, y otras similares, algunas de las cuales, gracias a su unión con otras cofradías de Roma, reciben las mismas indulgencias y jubileos.

Siglo XVII.

Relación de 1601. El obispo Juan de Zúñiga -1591-1602- menciona las cofradías de Santa María de la Concepción, del Rosario, San Antonio, San Roque, Santa María de la Soledad, Santa María de la Arrixaca, y otras similares.

Relación de 1610. Obispo Francisco Martínez de Ceniceros -1607-1615-: "En la ciudad de Murcia hay también cofradías de la Concepción, del Rosario, de Santa María Virgen, de San Antonio, San Roque, de Santa María que llaman de la Soledad, de Santa María de la Arrixaca, y otras por el estilo".

Relación de 1615. Repite los nombres de estas cofradías en la ciudad de Murcia, nombrando expresamente a Santa María de la Arrixaca.

Relación de 1620. Obispo fray Antonio de Trejo y Paniagua -1618-1635-: "Existen en la ciudad de Murcia numerosas iglesias parroquiales, conventos de hombres y de mujeres, cofradías, seminarios de jóvenes y palacio episcopal para habitación del obispo", sin mencionar el nombre de Santa María de la Arrixaca.

En la relación de 1625, reproduce esta enumeración, y al mencionar a Santa María de la Arrixaca, existe un paréntesis que dice: "en blanco". Todo el texto es similar al anterior. En la relación de 1630, vuelve a reproducir la relación que en 1615 hizo el obispo Francisco Martínez Ceniceros: "Hay también cofradías de la Concepción y del Rosario, de Santa María Virgen, San Antonio, San Roque, de Santa María que llaman de la Soledad, de Santa María de la (en blanco)".

En la relación de 1630 reproduce la anterior enumeración mencionando expresamente a Santa María de la Arrixaca y otras similares. Lo mismo sucede en la relación de 1633 en la que se incluye expresamente a Santa María de la Arrixaca.

En 1652 el obispo Diego Martínez Zarzosa -1649-1655- reitera el relato incluyendo a Santa María de la Arrigada (los autores de la trascripción colocan un asterisco junto a esta palabra, indicando que aunque pudiera tratarse de un error, en este caso no lo es así, ya que de esta forma está escrita en el texto).

En la relación de 1659. El obispo Andrés Bravo -1656-1661- enumera literalmente las hermandades y cofradías existentes: "Hy también Hermandades y cofradías, de Nuestra Señora de la Concepción, de la Soledad y Rosario, Santa María de Rexaca, y otras del mesmo género que tienen para sus cofrades diferentes indulgencias concedidas en diferentes tiempos".

En la relación de 1676 el obispo Francisco de Rojas Borja -1673-1684- reproduce el nombre de las cofradías citando en último lugar a Santa María de la Arrixaca. En la relación de 1692 el obispo Antonio de Medina Cachón -1685-1694- hace una extensa relación de las cofradías que existen en las distintas iglesias parroquiales, monasterios y conventos, siendo esta relación mucho más extensa que las anteriores. Termina mencionando las de Santa María, que llaman de la Piedad, de la Estrella, de las Mercedes y otras similares, algunas de las cuales están unidas a confraternidades de la Santa Urbe y por eso se lucran de las mismas indulgencias que ellos, sin citar a Santa María de la Arrixaca.

Finalmente en la relación de 1699, al igual que en la anterior, el obispo Francisco Fernández de Angulo -1696-1704- hace una extensa enumeración de cofradías, terminando con Nuestra Señora de la Piedad, Nuestra Señora de la Estrella, Nuestra Señor de la Merced, y otras... sin mencionar expresamente a Nuestra Señora de la Arrixaca.

A partir de esta fecha, el obispo Luis Belluga y Moncada -1704-1724- en las relaciones de 1705, 1712, 1713, 1717 y 1721, da un nuevo giro a la forma como se habían realizado hasta esa fecha, y no vuelve a detallar los nombres de las cofradías.

La existencia de cofradías dedicadas a Nuestra Señora de la Arrixaca acreditan documentalmente su existencia a partir del año 1594, aunque en ocasiones las referencias sean tan escuetas que se limitan a afirmar la 'existencia de cofradías' en el obispado de Cartagena, en el que 'hay multitud de ermitas' o que 'en su término hay ermitas'.

La relación de cada Visita ad Limina se incorpora al Archivo Secreto del Vaticano y sólo se puede acceder a su estudio y conocimiento pasados cien años de su redacción. Esta es la razón por la cual la fuente utilizada se cierra en el año 1901.

Irigoyen López, A.; García Hourcade, J. J., Visitas ad Limina de la Diócesis de Cartagena -1589-1901-. UCAM, Murcia, 2001.)

Documentalista: Soledad Belmonte