El uso del Tokyo Internacional Forum fue uno de los puntos fuertes de la candidatura nipona para albergar los Juegos Olímpicos de 2020, en dura competencia con Estambul y Madrid, y que se decantó hace ahora una década en favor de la ciudad asiática en una asamblea del COI celebrada en Buenos Aires.

El Forum fue construido por el arquitecto uruguayo Rafael Viñol y en forma de barco alargado, con pronunciadas curvas y vigas de cristal. Una edificación majestuosa en pleno distrito de Chiyoda, con unas vistas espectaculares de la capital tokiota y un auditorio inmenso, con capacidad para miles de espectadores.

En el escenario que hace días alberga la competición de halterofilia han actuado las mejores orquestas sinfónicas del planeta, han pasado por sus tablas algunos de los intérpretes más internacionales de los últimos años y se han exhibido obras artísticas de un incalculable valor económico.

Ahora, su uso es otro; y la pena es que las sesiones halterófilas no puedan seguirlas in situ aficionados de todo el mundo en sus mullidas butacas de terciopelo ni en el suntuoso palco de autoridades. Un auténtico lujo para la competición que además viene acompañado del uso de efectos especiales para presentar a los atletas, un par de pantallas LED gigantes para proyectar los mejores momentos de los Juegos y un escenario inmenso que ha sido adecuado para el evento.

Lydia Valentín es una de las opciones de medalla de España. EFE

El futuro de la halterofilia

En este contexto que no imaginó ni en sus mejores sueños competirá estos días Lydia Valentín, la gran esperanza española de la halterofilia. Posiblemente sea su despedida olímpica. Las dudas sobre el futuro de la halterofilia en los Juegos alargan la sospecha de que podamos estar ante su definitivo adiós.

Sus compañeros de selección ya han reservado el flanco izquierdo del auditorio para mostrarle sus ánimos y brindarle su aliento. Sin espectadores, los gritos de apoyo del equipo español serán el mejor estímulo posible para que se acerque a los guarismos deseados primero en la arrancada y luego en dos tiempos. Si su total olímpico se asemeja al que ha dibujado en los entrenamientos, será diploma segurísimo. La opción de medalla depende de que las favoritas se 'piquen' entre ellas y alguna falle (o blanquee, como se dice en el argot).

Es la halterofilia de los deportes más previsibles del calendario de unos Juegos; pero también de los más sacrificados. Así que bien empleado está el uso del imponente Forum para premiar a los atletas, que levantan hasta dos y tres veces su propio peso. Un esfuerzo hercúleo que los halterófilos de todo el mundo completan estos días en el particular teatro de sus sueños olímpicos.